Nada es tan personal como tú crees así que, deja de tomártelo todo tan en serio porque en realidad, nadie está contra ti.
Hay 10 principios que son necesarios que comprendas y así puedas empezar a ponerlos en práctica en tu camino hacia el bienestar.
Nada es tan personal
No hay ningún destino, solo el momento presente
Sólo hay esto: la escena presente de la película de tu vida. Sal de la historia del pasado y del posible futuro, de la culpa y de la anticipación, relaja las expectativas y la atención que pones en “lo que se ha ido” y “en lo que aún no ha llegado”.
Siéntete curiosa por las sensaciones, sentimientos e impulsos que están ocurriendo justo en este momento en el que estás.
Recuerda que el ahora es el único lugar desde donde las verdaderas respuestas a tus preguntas pueden surgir.
Muchos pensamientos generan sufrimiento
El dolor no es el problema, el problema es lo que tú piensas acerca del dolor. El dolor es incómodo pero, de esa incomodidad surge tu necesidad necesidad de salir de ahí.
El problema casi siempre empieza cuando te quedas “rumiando” tu dolor, tu tristeza, tus miedos o tu ira.
Cuando le das mil vueltas en tu cabeza a las situaciones del pasado en lugar de explorar y experimentar los momentos y las situaciones tal como van apareciendo.
Sigues añadiendo capas innecesarias de pensamientos extraños y así vas poniendo resistencia y esto, te genera sufrimiento. ¿La invitación? Sal del pasado y deja el futuro en paz.
Ni los pensamientos ni las emociones son personales
Vives los pensamientos y las emociones como eventos que surgen sin ton ni son. Al igual que los sonidos que escuchas, tus pensamientos y emociones también surgen y desaparecen de forma espontánea, no siempre están.
Recíbelos con una actitud amable y curiosa. Míralos como si fueran tus propios invitados porque eso es lo que son, invitados que llegan y se van.
Reconoce que tú les has invitado
Los pensamientos y las emociones no son tú. Solo son sugerencias, posibilidades, juicios, imágenes, recuerdos o proyecciones, nada es tan personal como para tomártelos tan en serio.
No quieras silenciarlos o detenerlos, no busques deshacerte de ellos, ni eliminarlos ni controlarlos. Sé el espacio para ellos, ¡Incluso si están demasiado activos en este momento y reconoce que tú, los has invitado!
Recuerda que si eres consciente de tus pensamientos, si te haces plenamente consciente de sus movimientos, no te volverás a ver atrapado en ellos. Ellos no te definen.
Si te sientes mal, respira
Respira en el centro y en el corazón de tus emociones. Observa en lugar de cerrarte a ellas y negarlas.
En cada inhalación imagina o siente tu aliento moviéndose a través de todo tu cuerpo.
Llena de dulzura esa zona de tu cuerpo que se siente incómoda. Ella solo quiere que la tengas en cuenta y que sepas que no está en tu contra. ¡Nada es tan personal, recuérdalo!
La aceptación no busca “hacer”
Aceptar no significa que algo desagradable vaya a desaparecer de forma mágica. No te fuerces a aceptar porque eso normalmente, es resistencia disfrazada, más bien reconoce que “eso”, sea lo que sea, en este momento, es así.
Permite que la frustración, el aburrimiento, la decepción e incluso la desesperación aparezca. No lo rechaces porque todo ello es parte de una escena de tu vida, no es un obstáculo, solo es una escena que pronto pasará a otra escena mucho mejor. ¡La vida no está contra ti porque nada, nada es tan personal como tú quieres creer.
No existe ni el siempre ni el nunca
Realmente no existe ni el “‘siempre” ni el “nunca”. Hazte consciente de que esas palabras no son reales y pueden crear un sentido de urgencia, necesidad e impotencia en ti.
En realidad alimentan el ansia de la búsqueda eterna y de la escasez. Sólo hay un ahora y ese es tu único lugar de poder. A veces incluso pensar u organizar el mañana resulta complejo. Sé aquí y ahora y estarás en paz.
Llegarás “allá” a través del aquí
Muchas veces te enfocas tanto en la meta que te olvidas del viaje y te desconectas de cada precioso paso que estás dando y así, generas más estrés.
Confía en el simple hecho de que estar presente te llevará hacia donde tienes que estar. A menudo no sabes hacia dónde ir y eso no es tan malo, es parte del aprendizaje.
Hazte amiga/o de la incertidumbre, de la duda y aprende a respetar este lugar sagrado en el que estás ahora sin buscar tantas respuestas. Estás viva/o y estás llena/o de potencial. ¡Confía porque nada es tan personal como tú creías!
Abraza tus tropiezos
Si crees que te has perdido en una historia o que te has desconectado, celébralo porque si lo haces significa que te has dado cuenta y puedes hacer cambios.
Darte cuenta te ayuda a volver a conectarte. No te castigues porque te has olvidado de ello durante un tiempo, es mejor que celebres tu capacidad de recordar.
Deja que el camino te haga más confiada y amorosa en lugar de querer ser perfecta.
No te compares
Eres única y tu viaje es absolutamente original y personal. Todos somos diferentes expresiones del mismo océano pero al mismo tiempo, todos somos una expresión única de ese mismo océano. ¡Olas absolutamente únicas y diferentes!
¡No te compares con nadie! No compares este momento con ninguna imagen o idea de cómo pudo o debió de haber sido. El cambio se hace posible cuando dices SÍ al sitio en donde te encuentras ahora, incluso si no es tal como lo habías soñado.
Recuerda: “Nada, nada es tan personal como para tomártelo tan enserio así que empieza a relajarte y a disfrutar del camino, de tu camino, tan único y maravilloso como tú”.
Gracias Semillas Solares, interesante artículo que me llega en un momento justo y aunque a veces está en la mente , uno olvida muchos detalles. Abrazo
Que alegría Marta que el artículo te haya sido útil y para ti, tenga un sentido especial. Abrazos.