Entre nubes y claros pasa la vida y detrás de cada tormenta, siempre hay un sol brillando.
Subidas y bajadas, movimientos, cambios, altibajos, subidas a la cumbre y todo esto, para que nunca estés estática, para que no te quedes solo con lo conocido y salgas a experimentar.
Entre nubes y claros es un cuento corto de Francesc Miralles que asocia los cambios climáticos con los cambios internos, ya sabes, como es afuera es adentro.
“La mujer se abrigó antes de salir a la intemperie. Ya hacía un año que sus estudios sobre el cambio climático habían empezado en un lugar poco frecuentado del norte de Inglaterra, justo cuando se había separado de su pareja.
Tenía una vida placentera, transcurría entre nubes y claros suavemente hasta que un día, su marido le dijo que se había enamorado de una compañera de trabajo.
Pasado el impacto emocional, la mujer abandonó la ciudad y aceptó un puesto de profesora de meteorología en el norte de Inglaterra. Fue así como su vida empezó a transcurrir entre nubes y claros más acentuados.
Cada día recogía los registros que mostraban un claro cambio climático en la región, tanto era así, que habían empezado a cultivar viñedos en la zona.
Analizaba todos los registros comparándolos con los de otros años en la misma estación y a la vez que los nubarrones del invierno amenazaban lluvias en la zona, ella sentía cómo se iba encapotando y nublando su estado de ánimo.
Cada vez que se sentía desanimada, llamaba a su madre, una mujer octogenaria que vivía en Francia.
Su madre le preguntó: ¿Qué tal está el tiempo hoy? con su habitual tono jovial.
¡Pues está cambiante! Entre nubes y claros. Hemos tenido días muy soleados, con altas temperaturas, poco habitual para esta zona y ahora, se avecina una gran tormenta.
Vale, pero eso es el tiempo que hay fuera, yo te pregunto ¿Qué tiempo hace dentro de ti?
Su madre sabía captar sus cambios de ánimo como ninguna otra persona.
¡Pues, entre nubes y claros mamá! En verdad me he despertado alegre pero, a medida que venía hacia el trabajo, me he ido apagando. Antes de llamarte casi rompo a llorar.
Entre nubes y claros
Eso no tiene nada de raro hija. Así como cada lugar tiene su propio clima, las personas pasamos por distintos estados de ánimo. Las emociones se mueven entre claros y nubes constantemente y a veces, en un mismo día.
¿Entonces, es normal, no estoy tan mal como creía?
¡Claro que no! Creo que le das demasiada importancia a tus borrascas internas que ya deberías saber que son pasajeras. Nuestro mundo interior es muy cambiante. De pronto brilla como el sol y al rato, aparecen nubarrones. Ya sabes, entre claros y nubes se desarrolla la vida.
Todo está cambiando constantemente, tanto fuera como dentro y el problema es que lo vivimos como si eso, fuera algo raro o poco frecuente.
En los momentos de desánimo, a veces no nos acordamos que pronto amainará la tempestad y cuando el cielo interior luce radiante, creemos que será para siempre. Saber que todo transcurre entre nubes y claros es un gran aprendizaje.
La mujer ya se sentía mucho más reconfortada después de escuchar a su madre y sus sabios consejos y la madre percibía el cambio de humor desde el otro lado del teléfono. Dime: ¿Cómo estás ahora?
¡Mucho mejor mamá, gracias! Me alegro hija.
Dime mamá: ¿Y tú, cómo estás? Pues igual que tú hija, pasando la vida entre nubes y claros pero siempre feliz de poder seguir experimentando los cambios de estación, los de fuera y los dentro”.
Pero que bonita eres, gracias, namasté por tanta luz!!
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Mil soles espléndidos para tí!!!
Mil soles para ti también Judith. Cuídate y gracias por compartirlo. Abrazos.