Encontrar nuestra misión de vida no es tan difícil como crees.
Habrá momentos en los que solo veas dificultades en tu camino que te impiden sentirte realizada/o, plena/o y conectada/o con tu propósito.
Puedes sentir que cuesta encontrar nuestra misión y pareciera que sin ella, no podrás avanzar en esta vida ni ser feliz. ¡Eso no es así!
No se te ha enseñado a vivir desde tu propósito ni tampoco a desarrollarlo. Desde la infancia te educan con la idea de que tienes que estudiar una carrera, encontrar un trabajo para toda la vida, tener una familia, ganar dinero y recién cuando tengas todo eso, serás feliz.
Con el tiempo descubres que no es así.
Quizá no estudies lo que querrías haber estudiado, ya sea por no saber qué profesión elegir o porque te has visto forzado a continuar con una tradición familiar.
Con el paso del tiempo descubres que no se cumplen tus expectativas, que aquel ideal de vida que te mostraron no te llena o que en tu evolución personal, has ido cambiando tus prioridades, tu escala de valores y tus anhelos y todo aquello, ya no encaja en tu nueva vida.
Otro de los obstáculos que impiden encontrar nuestra misión de vida es seguir viviendo según el concepto general de qué es “lo correcto”.
Cuando haces “lo que otras personas esperan de ti” y cuando te olvidas de quién eres, cómo eres y qué te hace disfrutar de la vida, no es posible encontrar nuestra misión.
Poco a poco, casi sin darte cuenta, te vas desconectando de ti, dejas de escucharte y empiezas a vivir hacia afuera. Estás más pendientes del qué dirán en vez del qué me digo.
Empiezas a sentirte incómoda/o dentro de ti. Sientes que algo te falta.
Y entonces… ¿Qué puedes hacer?
Para encontrar nuestra misión tienes que centrarte en 3 puntos básicos:
- Vivir desde adentro
- En armonía con uno mismo
- Conocerte y aceptarte
Necesitas volver a ser y dejar de hacer lo que otras personas desean que hagas.
Para encontrar nuestra misión de vida necesitas empezar a conectar más contigo, volver a reconocerte en tu forma de ser y pensar tal como eres.
Para recuperar la conexión contigo, actualiza tu escala de valores, cuáles son tus nuevas prioridades y revisa si tus deseos o anhelos han cambiado.
Encontrar nuestra misión
Empieza por hacerte alguna de estas preguntas:
- ¿Qué hay en mí de único, diferente y especial?
- ¿En qué aspecto soy de mayor utilidad en la vida?
- ¿Cuáles son mis talentos?
- ¿Qué hay en mí, de forma natural, que brindo a los demás casi sin darme cuenta?
- ¿Con qué actividades disfruto?
Un sencillo ejercicio para que empieces a investigar sobre tus talentos y los identifiques puede ser este:
Escribe cuáles son, según tú, tus 7 talentos más destacados. Aquellos que consideras que son más beneficiosos para ti y para otras personas.
Todo aquello que haces sin esfuerzo, de forma natural, aquello a lo que siempre vuelves cada vez que necesitas encontrarte, lo que otras personas dicen de ti en un sentido positivo, aquello que se te da muy bien hacer, cualquier actividad que al hacerla, te llena de bienestar. ¡Así puedes encontrar nuestra misión fácilmente!
Cuando los identifiques, no pienses que “eso” no te dará dinero, que no puedes vivir de aquello que te gusta, que no tiene ningún sentido aplicarlo al día a día. ¡Deja de pensar así!
En cuanto los desarrollas, todo lo demás empieza a llegar: las oportunidades para dedicarte a ello, las conexiones o los contactos. Recuerda que la finalidad no es el dinero sino, desplegar tu potencial.
Todas estas pistas te dirigen hacia tu propósito, hacia tu misión, tus dones y tus talentos y son el aspecto que necesitas desarrollar y compartir. ¡Eso es encontrar nuestra misión!
El propósito y los dones siempre están para ser ofrecidos, para compartir, antes o después aparecen, nunca se esconden y cuanto más los desarrollas, más se expanden.
¡Observa hasta dónde eres capaz de llegar cada vez que liberas tu talento! Encontrar nuestra misión no tiene nada que ver con hacer cosas espectaculares, tiene que ver con convertir lo ordinario en extraordinario.
Auch, qué cierto!!
Hago lo que me gusta y me hace inmensamente feliz, pero es bien difícil también… XD
Saludos!
Es verdad que a veces, es difícil pero, es algo que te hace inmensamente feliz. Abrazos.