Los árboles nos dan energía, ayudan a sanarnos, relajarnos, fortalecernos, llenarnos de energía vital y además, son portadores de los mensajes de la naturaleza.
Buddha se iluminó bajo una higuera. Jesús enseñaba y se reunía en el monte de los olivos. A los Cátaros les gustaban las acacias. Los Druidas preferían la energía del roble por su sabiduría y los jóvenes enamorados buscaban el tilo para confesar su amor porque representa al planeta Venus.
Desde siempre los árboles nos dan energía y sabiduría, la comparten con nosotros y es un ejercicio interesante conocer las distintas energías que fluyen a través de ellos. Una buena forma de hacerlo es abrazándolos y estar en contacto con ellos.
Cómo sentir la energía de los árboles
Cuando caminas entre los árboles en un parque, el campo o un bosque, puedes sentir la energía que emanan. Los celtas creían que cada árbol poseía un espíritu sabio y que sus rostros podían verse dibujados en la corteza de sus troncos y sus voces, escucharse en el sonido de las hojas moviéndose con el viento.
Existen muchas personas que han comprobado los beneficios de abrazar los árboles, si lo haces sentirás que te cargas de su energía, nunca que te vacías. ¡Los árboles nos dan energía, nunca la quitan!
Recuerda que todo ser vivo es energía y al igual que tú, los árboles tienen la suya propia. Cuando entras en sintonía con ellos y notas como fluye su energía, sentirás una sensación de bienestar, de tranquilidad y de serenidad.
Los árboles nos dan energía
Cómo reconocer su energía
Existen dos formas básicas de hacerlo:
- A través de la energía que irradian
Su extensión es más o menos grande según las características de cada árbol y su situación ambiental. Bastará con entrar en contacto con su radio de acción.
Este tipo de energía te impregna con el simple hecho de pasear por un bosque, conscientemente puedes aumentar la captación de su energía regulando tu respiración a un ritmo tranquilo y con respiraciones más profundas.
En la práctica, esto es lo que puedes hacer:
- Camina entre los árboles y escoge alguno que te llame la atención.
- Acércate a él, obsérvalo y siente su energía, no trates de analizarlo mentalmente o de establecer un vínculo emocional. Sólo nota su tono vibratorio.
- Tócalo al mismo tiempo que cierras los ojos. Reconoce su fuerza y su influencia en el entorno. Observa si es un árbol solitario o un guía de otros árboles que están en el entorno. Siente si su energía es curativa, protectora, amorosa o si es de sabiduría.
- Reconoce esa energía sin más y pregúntate si deseas conectar con ella.
- Establece contacto con la energía del árbol mediante tu corazón. Vacía tu ruido interno y escucha al árbol. Capta su espíritu. Preséntate con tu nombre y entra en un espacio donde la comunicación sea energética y no mental.
- Puedes pedir consejo sobre cualquier situación que necesites, cargarte de su energía, relajarte o aceptar su sabiduría.
- Escucha con tu corazón, da las gracias y despídete poniendo tu mano derecha sobre su tronco. ¡Agradece que los árboles nos dan energía y la están compartiendo contigo!
En contacto directo con el árbol
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Con tus manos
A través de ellas puedes sentir su energía más conscientemente, casi de forma física.
Las manos son muy sensibles a la emisión y captación de energía ya que en la palma, existen varios puntos energéticos que son como sub-chakras y además, son la extensión del corazón.
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Con tu espalda
En la parte central de la espalda, recorriendo toda la columna vertebral, se encuentra uno de los canales energéticos principales del cuerpo. Apoyando esta zona en el tronco del árbol, sentirás la energía específica del árbol.
Desde la antigüedad se sabe que cada árbol alberga un espíritu que le confiere una fuerza determinada, una energía que le da un poder genuino y único según la especie a la que pertenece y a sus características particulares.
Cualidades energéticas
Encina y alcornoque
La encina y el alcornoque son primos hermanos de la misma especie, son dos árboles de energía potente y su aspecto firme y algo áspero, muestran un carácter valiente y seguro.
Árboles robustos, fuertes y protectores con grandes cualidades energéticas. Buenos amigos a los que acudir cuando se está en baja forma física o en situaciones de bajo estado de ánimo, ansiedad o inseguridad ya que su energía te ayuda a transformar esos estados anímicos en actitudes más positivas y seguras.
Te propongo que te acerques con respeto a un buen ejemplar, lo abarques con tus brazos y luego te relajes sentándote a sus pies. Antes de irte, agradece que los árboles nos dan energía, a ti y a todos.
Olivo
La energía del olivo es altamente beneficiosa. Al acercarte a un buen ejemplar notarás una sensación de paz y de serenidad. El olivo es un árbol sabio, anciano, amigable y que brinda al que se le acerca, apoyo incondicional.
Al sentarte y recostarte sobre su tronco, su energía y cualidad irá trasbasándose lentamente a tu cuerpo, posiblemente donde más se notarán sus efectos será en el 4º Chakra, situado a la altura del pecho, sintiendo la necesidad de respirar profundamente y proporcionándote una gran sensación de bienestar.
Que los árboles nos dan energía y la comparten con todas las personas que quieran entrar en contacto con ellos, ya no es algo nuevo y si sigues sin creerlo, solo tienes que dar un paseo por el campo o por el bosque y comprobarlo por ti misma/o.
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