La maleta vacía puede ayudarte a que empieces una nueva etapa o un nuevo año mucho más ligero de equipaje.
Y cuando digo equipaje me refiero al emocional, al de las creencias que a veces te pesan y también al de esos pensamientos que llenan buena parte de tu día.
Cada etapa de tu viaje requiere que revises cada tanto la maleta, esa que llevas siempre contigo. Lo más habitual es que la vayas llenando sin embargo, no es lo más aconsejable.
Con la maleta vacía o con lo imprescindible dentro de ella, siempre viajarás más a gusto. Viajarás con menos peso y con más libertad para moverte de un sitio a otro.
La vida es un viaje y tú decides si quieres hacer este viaje en compañía de la maleta o sin ella.
¿Te has preguntado alguna vez cómo meter dentro de la maleta las experiencias vividas, los sentimientos o los recuerdos de lo que has experimentado? No es posible ¿verdad?
Entonces ahora pregúntate si quieres seguir arrastrando con la maleta llena de cosas innecesarias o empezar a vaciarla para seguir tu camino más ligera/o.
Deseo que esta reflexión sobre la maleta vacía te ayude a tomar la mejor opción para ti en esta nueva etapa de tu camino.
La maleta vacía
Una persona en algún lugar del mundo está soñando. Tiene un sueño vívido y muy enriquecedor.
Llevaba días preguntándose qué pasaría cuando llegara el momento de su partida y su vida aquí, finalmente terminara. ¿A dónde iría? ¿Le sería útil todo lo que había conseguido?
¿Se acordaría de lo vivido? ¿Qué pasaría con sus pertenencias? ¿Se acordaría alguien de su paso por esta vida? ¿Lo habría hecho bien o no?
En medio de la noche, entra en un sueño profundo. Se ve solo en un sitio que no le resulta conocido, mira a su alrededor y ve acercarse a alguien que no reconoce, no sabe quién es.
Esa persona trae consigo una maleta. Lo mira y dice: “Bueno amigo, es la hora, tenemos que irnos”.
Asombrado le pregunta: ¡Ya… tan pronto! Todavía tengo muchos planes…
Lo siento, pero es momento de partir.
¿Qué traes en la maleta?
Tus pertenencias.
¿Mis pertenencias? ¿Son mis cosas personales, mi dinero, mi ropa?
No. Las cosas materiales nunca te han pertenecido realmente, eran tuyas mientras estabas en la Tierra.
¿Traes mis recuerdos?
Tampoco, esos ya no vienen contigo, no te pertenecen, pertenecen al Tiempo.
¿Traes mis talentos dentro de la maleta?
Lo siento pero esos no te pertenecen, eran momentáneos. Esos talentos eran necesarios para la vida que acabas de dejar.
¿Entonces traes a mi familia y a mis amigos?
No. Ellos no te pertenecen, ellos te acompañaron en el camino que acabas de terminar.
¿Traes mi cuerpo en la maleta?
Tu cuerpo tampoco era tuyo, tu cuerpo fue un préstamo y pertenece a la Tierra y a los elementos.
¿Entonces dentro de la maleta traes mi Alma?
No. Tu Alma no te pertenece, fue tu gran compañera de viaje pero es del Universo
Desesperado, en medio del sueño le arrebata la maleta, la abre y comprueba que la maleta está vacía. Llorando le pregunta: ¿Es que nunca he tenido nada?
Sí, si has tenido. Cada uno de los momentos que has vivido y de las decisiones que has tomado fueron sólo tuyos. La vida se compone de multitud de momentos que siempre puedes hacerlos tuyos.
Cada segundo has tenido la oportunidad de crear todo aquello que has decidido crear pero recuerda para la siguiente vez, que nada de lo que tú crees, te detenga, ni haga tu camino pesado ni frene tu crecimiento.
Recorre tu camino sin preocupaciones y sin ninguna maleta porque cuando llegue el momento, aquí me encontrarás y ya me encargaré yo de recibirte con la maleta, esa maleta a la que muchos temen ir vaciando cada etapa del camino.
Una gran verdad. Tal como pasa el tiempo vas sintiendo que nada es importante, sólo el amor y las personas que vas conociendo con sus experiencias es lo que nos va llenando. No tenemos tampoco que olvidar que nos gusta vivir bien aquí en la tierra pero con honestidad. Gracias por tus mensajes siempre tengo ganas de recibirlos, ha sido muy bonito conocerte y nos haces ser mejor personas. Un abrazo
Muchas gracias por tus palabras Isabel. Me alegra que lo que escribo sea útil para ti. Un gran abrazo.