Una crema de calabaza nepalí que sienta de maravilla en las noches de invierno. Cremosa, fácil de preparar y con el toque particular de las especias de Nepal.
En el último viaje a Nepal he comido muchos de sus platos típicos: Dal, Masala, curries y Momos, todos tienen algo en común, el inconfundible sabor de las especias.
Estas preparaciones suelen ser bastante picantes pero tienen la versión más suave para los turistas y aún así, están deliciosas.
Las especias son como el hada madrina de la cocina, le dan el toque particular a casi todas las preparaciones y un plato sencillo, se termina convirtiendo en extraordinario.
Así que probé hacer una crema de calabaza con un toque especial, convertir un plato sencillo típico del otoño y del invierto en uno que cuando lo pruebas, querrás repetir. Así surgió esta crema de calabaza nepalí.
Con las especias puedes hacer mil combinaciones diferentes, añadir más o menos según tus gustos, puedes usar todas las de la receta o quitar algunas. Para esta receta he usado las más representativas de la cocina nepalí, un pequeño homenaje a la cultura de ese país que tanto me gusta.
Crema de calabaza nepalí
Ingredientes
400 g de calabaza
2 dientes de ajo
Jengibre fresco rallado
1/2 cebolla
300 ml de agua
100 g lentejas beluga
Aceite de oliva virgen extra
Pizca de sal y de pimienta
Clavo molido
Nuez moscada molida
Canela molida
Cúrcuma molida
Comino molido
Pela la calabaza, córtala en trozos y reserva. Cocina las lentejas beluga en agua. Esta variedad de lentejas no es necesario que las dejes en remojo, estarán listas en 15 o 20 minutos de cocción a fuego suave. Escurre, acláralas con agua fría para cortar el proceso de cocción y reserva.
Para la crema de calabaza nepalí empieza rehogando en un poco de aceite de oliva virgen extra la cebolla picada y el ajo. Cuando empiecen a dorarse añade las especias molidas, remueve y añade la calabaza cortada. Mezcla bien para que se impregnen los sabores.
Añade la sal y la pimienta y cubre los ingredientes con el agua. Cocina a fuego suave durante 20 minutos o hasta que la calabaza esté blanda. Tritura muy bien hasta conseguir una crema suave, homogénea y sin grumos.
Ahora rehoga en un poco de aceite de oliva virgen extra las lentejas beluga, también puedes rehogarlas con aceite de sésamo, le da un toque a frutos secos realmente delicioso. Añade un poco de sal.
Sirve la crema de calabaza nepalí en un cuenco o tazón grande, coloca en un lateral una cucharada generosa de las lentejas rehogadas, espolvorea por encima algunas semillas de calabaza y de girasol y unas gotas de aceite de sésamo.
Anímate a preparar esta crema de calabaza nepalí. ¡Te encantará su sabor! Las especias son muy depurativas y en los meses fríos aportan calor interno al cuerpo. Si buscas recetas naturales e inspiradoras, aquí tienes muchas más.
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