Las relaciones conscientes empiezan por desmitificar algunas falsas creencias.
Te creas una gran expectativa si eres de esas personas que creen que tu pareja será quien vaya a complacer tus deseos o será la responsable de hacerte feliz.
Si siempre estás buscando tu “otra mitad”, eso es porque todavía te sientes incompleta/o.
Ninguna persona te dará la felicidad que buscas ni conseguirá completarte, ya sabes… lo que buscas no está fuera, está en ti y para sentirte completa/o, no hay otro camino que no sea el de sumergirte en tu interior para descubrir por qué todavía no tienes relaciones conscientes.
Cuando no pones tus expectativas en manos de tu pareja, no habrá ni desilusión ni frustración porque no esperas que sea otra persona quien aparezca con la solución a tus emociones confusas.
Las relaciones conscientes, las parejas conscientes caminan a la par, uno al lado del otro, acompañándose pero cada uno en su camino, pueden ir al mismo ritmo aunque tengan diferentes experiencias y aprendizajes.
Cuando hay seguridad en ti, hay apertura y eso te permite disfrutar del recorrido con tu pareja y también comprender y aceptar sus limitaciones, limitaciones que también puedes tener tú.
Todo ser humano tiene sus conflictos internos, sus momentos de duda y sus momentos de apertura.
Si no hay respeto, aceptación, empatía y compasión, no habrá relaciones conscientes, ya puedes estar en pareja con el mismísimo Buda que, después de unos meses de convivencia, descubrirías que en su forma humana, hasta Buda también tiene su aprendizaje.
Puede haber situaciones que la mente se resista a aceptar y eso puede irritarte, seguro que te sorprenderías preguntándole: “¿Por qué estás sentado ahí todo el tiempo en meditación, no tienes otras cosas que hacer, no piensas colaborar con las cosas de la casa?”.
No sé qué te contestaría Buda, una respuesta probable sería que la armonía en las relaciones conscientes es mantener la constante danza entre dos formas, entre dos energías que interactúan, se respetan y se aceptan, ninguna invade a la otra, no busca destacar una más que la otra, se apoyan mutuamente y a la vez, crean un espacio neutral entre ellas.
Relaciones conscientes
Quizá sea este el secreto para tener relaciones conscientes: “El espacio” que han creado.
Y como ese nuevo espacio es una creación vuestra, siempre podéis hacer algunos ajustes que sean del agrado de los dos. Hazte alguna de estas preguntas:
- ¿Hay espacio suficiente en esta relación?
Un espacio donde encontrarse, regenerarse y al que cada uno puede acudir cuando lo necesita, ya sea individualmente o en pareja. - En tu relación de pareja… ¿Hay espacio para los dos? ¿Respetas el espacio del otro o sientes que invaden el tuyo?
Una fórmula que siempre funciona en las relaciones conscientes es la de tener momentos para compartir en pareja, momentos de soledad y momentos para relacionarse con amigos, ya sean en común o cada uno con los suyos.
En las relaciones conscientes no hay celos, ni posesividad, ni se busca anular a la otra persona, al contrario, buscan la forma de brillar juntas y también, de forma individual.
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