Daniel Meurois te propone que imagines que te despiertas con el recuerdo de haber tenido un sueño absolutamente extraordinario.
Un sueño tan fascinante, tan potente y tan real que todavía habita en ti, hasta el punto de que te preguntas dónde se sitúa la realidad de tu vida.
Imagina que tu sueño te ha hecho vivir unos momentos insólitos en un mundo totalmente virtual.
Es un mundo donde todos los elementos no existen por si mismos sino que forman parte de un inmenso juego concebido y guiado por una inteligencia en estado puro, tan sutil que te hace preguntarte entre una multitud de preguntas posibles.
Sigue imaginando dice Daniel Meurois, que este sueño te deja con la apabullante sensación de haber penetrado en una verdadera “matriz de ilusiones”, un poco parecida a la del célebre film “Matrix”.
Imagina también que su funcionamiento y sobre todo su realidad, te impregna hasta el punto de ver claramente que estás interpretando un papel que hasta ahora, has convertido en tu verdad.
De pronto, tu universo interior con sus creencias y sus certezas se tambalea y zozobra. Las preguntas se precipitan dice Daniel Meurois.
Quién eres exactamente
Todo se vuelve posible cuando se va hasta el final del “supongamos que” te plantea Daniel Meurois.
Llegas incluso a dudar de la realidad de tu alma y de su supervivencia en otros mundos tal como te lo habías planteado hasta ahora.
Y además, ¿eres tan “real” como para poder pasar de un “juego de existencia” a otro o de un nivel de dificultad a otro? Planteamientos muy profundos los de Daniel Meurois.
Entonces, te sientas un momento y te tomas el tiempo de contemplar tu sueño al completo y sus efectos.
Te entra el vértigo y acabas preguntándote: “¿Y si fuera verdad?, ¿Y si fuera, en términos actuales, la famosa “Maya”, la Gran Ilusionista la que nos muestra esta sensación de “estar” en un mundo concreto cuando de hecho, somos más que Algo que nos sobrepasa infinitamente y que la mente no consigue comprender?
Todo cambia de color dice Daniel Meurois ¡Todas las creencias se desmoronan!
¿Quieres saber? Tendrás que saborear lo que Daniel Meurois llama “la incomodidad del Despertar”.
Es una incomodidad creo, de la que nadie está a salvo en un momento dado. Que echa también para atrás a más de uno pero que hay que tener el valor de atravesarla porque te limpiará de todo lo que te ralentiza.
Reflexiones de Daniel Meurois
Daniel Meurois dice que la única y verdadera pregunta que deberías hacerte cuando se emprende este viaje hacia uno mismo, es la siguiente:
“¿Qué significado tendría mi vida, o más bien esta forma de conciencia que tengo de mí misma/o y que habita este cuerpo, si un día, se diera cuenta de que le ha seguido el juego a una broma descomunal.
De que todo en lo que creía no es más que un espejismo, de que la existencia de otros universos es solo una fábula y de que las enseñanzas de las grandes corrientes iniciáticas no son más que un montón de teorías sin fundamento.
¿Qué significado tendría entonces mi vida?”
¿Acaso es tan absurdo hacerse esta serie de preguntas? Reflexiona Daniel Meurois.
No lo creo. No lo creo porque, llegados a cierto punto de un verdadero avance, me parece que hay que saber ir hasta el final de las cosas, ir mucho más lejos del punto de confort de nuestro ego. Todo esto con el fin de no dejar en uno mismo ninguna zona confusa e inestable.
Porque me parece también que, en todo proceso profundo, el hecho de saber enfocar un vacío y atreverse a dar unos pasos en él, es algo ineludible. También es una señal de fuerza para Daniel Meurois.
En lo que a mí respecta, la respuesta a estas preguntas se me apareció muy rápidamente y de forma sencilla. Si descubría que aquello en lo que creo y que ha conformado mi vida no es más que una gigantesca ilusión, ESO NO IBA A CAMBIAR NADA.
Más concretamente, eso no cambiaría nada de fundamental para la persona que soy.
Por supuesto, mi funcionamiento intelectual o mental se zarandearía… pero la continuidad de la revolución que ha llamado en mí sería también una manera extraordinaria de abordar el sentido profundo de la Maya.
“Pero, ¿y después qué?” plantea Daniel Maeurois.
Después, lo esencial permanecería intacto en mí. Quiero decir que ese espacio de amor que palpita en mí desde siempre, todo lo que hace uno en mi corazón, no sería en absoluto alterado.
Esa Llama es como un tronco que no se puede desenraizar, es un conocimiento íntimo de Lo que Es, más allá de todos los postulados, de todos los teoremas, de todos los Maestros y de todas las Tradiciones.
Poco importa que llamemos a esta Llama la Conciencia del Buda, el Atma o que utilicemos cualquier otro nombre…
Por la misma razón, la pregunta que te hace Daniel Meurois es la siguiente:
“¿Qué quedaría de ti y de lo que crees haber comprendido si tus esquemas se derrumbaran de repente?”
Esta es una verdadera pregunta para Daniel Meurois porque no son tus puntos de referencia lo que debería contar en primer lugar sino, aquello que hay en ti y que permanece inalterable.
¿Puedo esperar ser contagioso en esta toma de conciencia e imaginar, que no pondrás jamás tu auténtica fuerza en “algo” que sea exterior a tu verdadero centro?
La audacia está en eso para Daniel Meurois, así como en el verdadero compromiso personal.
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