Fue el psicólogo humanista Maslow quien definió con el nombre de “Complejo de Jonás” a un tipo de comportamiento humano: el miedo a tu propia grandeza, a querer huir de tu destino o el de menospreciar tus talentos.
Este comportamiento es más habitual de lo que crees ya que la mente también tiene sus mecanismos muy sutiles que pone en marcha para boicotear la capacidad de desarrollar tu potencial, por muy raro que te parezca.
El miedo es el que frena tu grandeza, es el que te impide brillar con tu propia luz y no a través del reflejo de otra persona.
El complejo de Jonás
Jonás, ese personaje bíblico que estaba destinado a ser un profeta pero que cuando supo cuál era su misión se asustó, tuvo mucho miedo y se escondió dentro de una ballena creyendo que así podría evitar su destino.
Tuvo miedo de que su misión le quedara grande, no se sentía capacitado para transmitir el mensaje de Dios a su pueblo y no confiaba en sus capacidades y mucho menos, en que conseguiría hacerlo.
De una forma u otra en algún momento te puede pasar lo mismo que a Jonás. Cuando quieres desplegar y desarrollar tu potencial, tus dones y tus talentos, aparecen las dudas y te planteas si no estarás equivocándote, si serás capaz de sacar adelante ese proyecto que te ilusiona, si conseguirás llevarlo a la práctica, si alguien te juzgará por tus ocurrencias, piensas qué dirá la gente o si conseguirás afrontar las nuevas situaciones que se pueden presentar.
Es entonces cuando aparece el complejo de Jonás, aparece el miedo, un parloteo mental donde te haces mil preguntas que no tienen respuesta, no la tienen porque nada de lo que estás pensando ha ocurrido.
Tendrán respuesta solo cuando te impliques, cuando confíes en tus capacidades y te pongas manos a la obra y dejes de darle tantas vueltas. Todo ser humano posee un gran potencial que aún no ha explorado totalmente.
Todos están capacitados para hacer algo específico, todos son talentosos en diversos aspectos y todo ser humano es responsable de dar un buen uso a su talento y en poder desarrollar su creatividad.
Deja atrás el complejo de Jonás
¿De qué sirve tener un don si no lo desarrollas? Eso te llevaría a sentir frustración y malestar. Para avanzar en la vida se requiere valor y coraje. Valor para dejar de tener miedo y coraje para avanzar sin que las opiniones de otras personas frenen tus deseos.
Aquello que llamas “equivocaciones” pueden ser grandes lanzaderas que te acercan a tu destino. No hay equivocaciones, hay caminos que ahora sabes que no quieres volver a recorrer.
No hay errores, hay pruebas que vas superando y muchas de ellas con nota alta. Tus dones y talentos son las herramientas que tienes para disfrutar de esta vida, gracias a ellas puedes conectarte con tu interior a la vez que son tu sello personal, eso que te hace único y diferente y que las personas lo reconocen en cuanto lo ven.
Los dones y los talentos están para disfrutarlos y compartirlos, son un aspecto de lo divino que vive en ti, un aspecto sagrado que busca expresarse a través de una habilidad.
En algún momento tendrás que tener el valor de salir de tu escondite o te pasará lo mismo que a Jonás, que al tercer día, la ballena lo escupió y su única opción fue aceptar aquello para lo que había nacido.
Cuanto antes le digas adiós al complejo de Jonás, antes empezarás a disfrutar de tu vida.
E encanta lo que escribes, me ayuda mucho y además lo cuentas tan bien y tan simple que se entiende súper bien. Gracias por todo lo que ofreces, es un gusto leer tu blog.
Muchas gracias María del Mar, feliz de que te guste el blog. La vida es sencilla y cuanto más simple la veamos, más la entenderemos y disfrutaremos. Un abrazo fuerte y Feliz año nuevo.