Seamos el cambio que queremos ver en el mundo decía Mahatma Gandhi y estas propuestas para navidad pueden ser el principio de algunos cambios que puedes hacer.
No es de extrañar que la avalancha de productos navideños hagan que pierdas la cabeza si no estás muy centrado o tengas muy claro qué quieres festejar, cómo y con quién.
La mayoría de las propuestas para navidad que ves por las calles, en la televisión o en prensa están orientadas al consumismo más que a despertar y desarrollar el sentimiento de unión, paz, empatía y compasión.
Sentimientos que no veo que publiciten y promuevan el resto del año, un tema para reflexionar.
Estas fechas son una invitación a poner en práctica algunos cambios, una invitación a transitar otros caminos y otra forma de festejar diferente a la que te incitan los medios de comunicación y la publicidad en general.
Es una oportunidad que se presenta para dejar atrás el consumismo, el frenesí y el despilfarro porque celebrar, festejar y honrar no tiene nada que ver con tener que hacer un gran despliegue material.
Pequeños gestos siempre consiguen grandes cambios y no se trata de volverse austero sino de elegir dónde harás tu compra y a quién. Estas son algunas de las propuestas para navidad que también puedes ponerlas en práctica durante todo el año.
Propuestas para navidad
Si quieres comprar algún regalo y algunos alimentos puedes hacerlo en los negocios o tiendas de tu barrio en vez de comprar en las grandes superficies, centros comerciales o supermercados.
Seguro que donde vives o muy cerca habrá granjas familiares, personas que venden la producción de sus propios huertos, algún pastelero artesano, mercados locales, mercadillos, una vecina que vende artesanía o algún artista muy creativo que vende sus obras aunque no sea mundialmente conocido.
Regalar algo artesanal y hecho a mano siempre tiene un valor añadido. Un regalo que tiene una historia que contar es emocionalmente mucho más enriquecedor que un objeto fabricado en serie.
Desarrolla tu faceta más creativa y regala algo hecho por ti porque seguro que habrá más de una cosa que se te dé bien hacer.
Otra de las propuestas para navidad es regalar experiencias. Nada como poder experimentar por uno mismo esa sensación que a veces te transmiten quienes lo han vivido.
Dormir bajo las estrellas en una tienda de campaña, conducir un coche un par de horas para llegar a ese lugar que tanto te ha gustado y quieres compartirlo con alguien para que también lo conozca y poder disfrutarlo juntos.
Sorprender a esa persona que quieres, prepararle su plato favorito y llevarla a la playa, a la montaña o al bosque para que se deleite con las vistas, la compañía y la comida preparada por ti. ¡Qué simple y qué bonito!
Propuestas para navidad que sean diferentes y que tengan un halo de amor hay muchas. Puedes regalarle una consulta para que le hagan su árbol de la vida o su carta natal. Son regalos que enriquecen, que ayudan a que la persona pueda comprender cómo es y para qué hace lo que hace y además, son regalos para toda la vida.
Escribe en un cuaderno frases inspiradoras, algún dibujo y dile qué es lo que más te gusta de esa persona a la que se lo vas a regalar. Describe cómo te sientes cuando estás con ella o cuánto te ayudaron sus palabras o sus abrazos en un momento complicado de tu vida.
También puedes preparar tus propios turrones o dulces navideños, no hace falta ser muy cocinillas para elaborarlos, aquí tienes algunas recetas fáciles y deliciosas.
Estas propuestas para navidad no necesitan grandes cantidades de dinero, solo disfrutar del tiempo que decides compartir con tu familia, con amigos o incluso solo/a.
Son propuestas para navidad que suman a tu vida y a la de más personas sin olvidar que el gran “regalo” es amar y para a amar no es necesario dejarte llevar por el consumismo ni por una fecha especial, amar es una práctica diaria, no solo cuando está a punto de terminar un año.
es una propuesta con mucho sentido comun,que por otro lado parece ser que es el menos comun de los sentidos. Apostemos por las cosas sencillas,consumamos lo necesario que no es lo mismo que lo que nos apetece y ¡¡vivamos!! que no es poco.