
Esto no es sólo una teoría que explica la telepatía, sino que consigue explicar la evolución conjunta de toda una especie a través de la información que ha generado y que va más allá de su mera genética.
Esto incluye a las imágenes, a los pensamientos, a las palabras y a las acciones que terminan por convertirse en hábitos y que van conformando una gran memoria que comparte una misma especie y que interviene en su desarrollo.
Rupert Sheldrake descubrió los campos mórficos o campos morfogenéticos, una especie de “bolsa” que contiene toda la información que va moldeando nuestra existencia tanto conjunta como personal como parte de una misma especie.
Estos campos son invisibles igual que lo es la gravedad, pero pueden ser observados a través de los efectos que provocan por eso, lo que piensas afecta al universo, a todo el universo.
Y aunque no se pueda explicar aún cómo es que estamos unidos e interactuamos a través de una conciencia colectiva, cómo es que en ocasiones podemos conectarnos con los pensamientos de otras personas o cómo es que toda la información que genera nuestra especie humana, nos influye sin entrar en contacto directamente con nosotros pero sin embargo, millones de personas en el mundo experimentan lo mismo al mismo tiempo.
Lo que piensas afecta al universo
En realidad la resonancia mórfica es un principio de memoria que posee este planeta.
Todo lo que es similar dentro de un sistema auto organizado se verá influido por todo lo que ha sucedido en el pasado, lo que sucede en el presente y por todo lo que suceda en el futuro.
Se trata de una memoria del planeta tierra basada en la similitud y que se aplica a los átomos, a las moléculas, a los cristales, a todos los organismos vivos, a los animales, a las plantas, a los seres humanos y también a los planetas y las galaxias.
Porque todos estamos constituidos por los mismos átomos es por esto que lo que piensas afecta al universo entero, no solo a ti como creías hasta ahora.
Sheldrake da un paso más allá y postula que esta memoria no se encuentra solo en tu cerebro sino que toda la naturaleza contiene esta memoria y que el espacio es una especie de inmensa biblioteca que transmite constantemente toda la información almacenada y que es posible tener acceso a ella.
Una fracción de segundo en realidad es un fractal de todos los siglos. Todo lo que pasó sigue pasando y está activo en esa gran memoria llamada resonancia mórfica o campos akáshicos.
Se trataría del ADN primordial, del gran “libro de la vida” y que es el sintonizador o decodificador de esa gran memoria y que permanece en los átomos de todo lo que existe.
Esta interconexión a distancia entre los miembros de un mismo grupo, de una misma especie, de un reino e incluso de un planeta, revela una nueva concepción que abarca todas las manifestaciones de la existencia.
Un aspecto importante de la resonancia mórfica es que comprendas que estamos interconectados con todos los otros miembros de un grupo social.
Y a su vez, cada grupo social tiene su campo mórfico particular, por ejemplo una parvada de aves, un cardúmen de peces o una colonia de hormigas actúan según la memoria de grupo que han ido generando a través de los tiempos.
Es así como dentro de un grupo social sus patrones de organización y creencias se transmiten de generación en generación.
Lo que piensas afecta a toda la especie
Lo que haces, lo que dices y lo que piensas afecta al universo y de forma más cercana termina influyendo a otras personas que entran en resonancia con lo que tú emites.
Si entendemos bien este mecanismo podemos ser mucho más responsables de nuestras acciones, nuestras palabras y nuestros pensamientos sabiendo que todo, interactúa con todo.
No existe un filtro inmoral en la resonancia mórfica, lo que significa que debemos ser más cuidadosos con lo que emitimos en cada momento teniendo en cuenta el efecto que puede tener hacia todo lo que nos rodea y más allá.
Nuestros pensamientos constituyen un medio ambiente muy permeable para este planeta y pueden contaminarlo o sanarlo.
Cuando una persona adquiere comprensión y un estado de quietud, por pura resonancia, más personas entrarán en el mismo estado de paz y comprensión y de esta forma tan natural será más fácil de conseguir cada vez por más personas.
Pero recuerda que ocurre lo mismo con las emociones y pensamientos llamados negativos, de ahí la importancia de mantener un estado de amor, alegría y confianza el mayor tiempo posible.
La teoría de Shelrdake corrobora que los cambios o nuevas habilidades dentro de un grupo se transmiten de manera horizonal, a distancia y es difundido entre todos los miembros de una especie a través de la resonancia mórfica y esto posibilita la aceleración de un proceso de adaptación y superación, tanto personal como colectiva.
Quizás a partir de ahora te resulte más fácil comprender cómo es el mecanismo que nos mantiene conectados e interactuando con el todo y pongas más atención en tus pensamientos, sabiendo que lo que piensas afecta al universo. Semillas Solares
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