El falafel es un tipo de croqueta a base de garbanzos o de habas y es una receta originaria de los países de Oriente Medio pero como a mi me gusta experimentar con algunas recetas, esta vez le ha tocado el turno al falafel y esta es mi versión renovada: Falafel de brócoli y kale. ¡Te va a encantar!
La receta original me encanta tal como es y me parece una forma deliciosa de seguir consumiendo legumbres aunque sea en verano pero, como en verano el cuerpo pide comidas más ligeras y de fácil digestión, se me ocurrió aligerar un poco el falafel tradicional y convertirlo en una versión más verde y digestiva.
Convertir esta receta en más verde y ligera no tiene nada que ver con que haya perdido su esencia ni su sabor, se trata de hacer alquimia en la cocina, quitar un poco de esto y poner más de aquello sin que pierda por el camino su espíritu oriental.
Las proteínas son la base de la vida y si son de origen vegetal, mucho mejor. Si mezclas proteínas con hojas verdes y hierbas frescas, tu cuerpo sonreirá y si además le pones el toque mágico de las especias es casi seguro que saltarás de alegría y si preparas estos falafel de brócoli y kale tendrás la receta de la felicidad. ¡Te lo prometo!
Falafel de brócoli y kale
Ingredientes
- 1 brócoli mediano
- 6 hojas de kale
- 1 taza de quinoa cocida (o de mijo)
- 1 boniato pequeño cocido
- 1 diente de ajo
- Cilantro y perejil fresco
- Comino molido
- Sal y pimienta
- 2 cucharadas de harina de garbanzos
- ralladura de 1/2 limón
Lava muy bien la quinoa o el mijo y ponlo a cocinar a fuego medio con dos tazas de agua. Escurre y reserva. Mientras se cocina la quinoa aprovecha a cocinar el boniato, lo ideal es que lo cocines al vapor o al horno porque si lo cocinas en agua, parte de sus propiedades se perderán.
En un procesador de alimentos tritura el brócoli, las hojas de kale, un puñado de perejil y de cilantro fresco y el ajo. Coloca la preparación en un bowl grande y añade la quinoa cocida, la ralladura de limón y las especias.
En cuanto a las especias sé generosa si te gustan las recetas con un toque power y especiadas, no suelo especificar las cantidades, prefiero dejarlo a tu elección pero aunque sea un poco, no dejes de ponerlas.
Aplasta el boniato con un tenedor hasta convertirlo en puré y añádelo al resto de ingredientes junto con la harina de garbanzos. Quedará una especie de masa pegajosa pero que será perfecta para moldear y convertirla en unos deliciosos falafel de brócoli y kale.
Con la ayuda de una cuchara forma pequeñas bolitas y colócalas sobre una bandeja de horno cubierta con papel de hornear. Aplástalas un poco y con el horno precalentado a 180º hornéalas durante 15 minutos. Pasado ese tiempo, dales la vuelta y deja que se doren un poco por el otro lado al menos durante 5 minutos.
Si no te apetece encender el horno porque ha llegado el verano y hace calor, puedes cocinarlas en una sartén o a la plancha y no es necesario freírlas, tan solo con unas gotitas de aceite para que no se peguen es suficiente. Quedarán doradas y crujientes por fuera y blanditas por dentro.
Prepárate para disfrutar de unos falafel de brócoli y kale que te enamorarán por su sabor, su ligeresa y por ser tan greens y saludables. Puedes comerlos fríos o calientes, solos o en compañía, en el almuerzo o en la cena y son perfectos para llevarlos y disfrutar de un picnic al aire libre ahora que ha llegado el buen tiempo. Aquí tienes más recetas naturales y deliciosas como esta.
Esta receta me la apunto, seguro que está riquísima como las otras que probé y me encantaron. Tus recetas nunca me decepcionan, gracias bonita.
Gracias María Luisa, me alegra mucho que las recetas te gusten y te animes a prepararlas, seguro que estos falafel también te gustarán, en casa han triunfado! Un abrazo grande.