Prueba a dejar el teléfono móvil, el periódico o la tele encendida a la hora de comer y empieza a comer conscientemente cada día.
Es tan necesario y saludable como caminar descalzos, observar el vuelo de un pájaro, parar un momento y no pensar en nada, leer un buen libro, darte un baño relajante, una ducha o respirar.
¿Cuánto tiempo hace que no haces algo de esto? El ritmo trepidante de las ciudades, del trabajo o de la actual sociedad está marcando unas pautas que no van ni con el ritmo de la naturaleza ni con los biorritmos del ser humano.
Algo tan importante como poder comer para alimentarte, se ha convertido en un acto mecánico, rápido y carente de todo el sentido que siempre ha tenido.
Sentarse a comer siempre ha sido el gran punto de encuentro para las relaciones humanas, es ese momento en el que se detiene el ajetreo diario, se comparten las experiencias y anécdotas del día, se resuelven las dudas y estás en compañía.
Para muchas culturas es incluso un acto sagrado. En la India, quienes practican Ayurveda por ejemplo, no se sientan a comer si están enfadados, deprimidos o alterados emocionalmente. Es una forma de no transmitir ciertas emociones poco favorables ni a las personas ni a los alimentos. ¡Eso sí es comer conscientemente!
También suelen lavarse la cara, las manos y los pies antes de empezar a comer, tienen por costumbre comer solos o con personas conocidas, cuidando de cada detalle para que todos los sentidos sean bien alimentados y también se aseguran de que la persona que cocina, lo hace con amor. No solo están atentos a comer conscientemente sino a cocinar de forma muy consciente.
No suelen ir a restaurantes porque ellos creen que una pequeña cantidad de comida hecha con cariño siempre alimenta el alma, mientras que mucha comida hecha de forma rápida y mecánica, llena temporalmente la barriga pero deja insatisfecha a la mente y al espíritu y por supuesto, siempre dan gracias a la naturaleza por los alimentos que reciben de ella antes de empezar a comer.
Antiguamente en Occidente se solía bendecir los alimentos antes de comer en la mayoría de las familias pero es algo que se fue perdiendo por asociarlo a una religión aunque su origen no pertenece a ninguna en concreto, se trata de un acto pagano de agradecimiento a la naturaleza que se ha dejado de practicar.
Sin embargo puedes recuperar ciertos “rituales” para que aquello que entre por tu boca, eleve tu energía y consiga nutrir tu cuerpo, tu mente y tu alma. Estos son algunos ejemplos que puedes empezar a poner en práctica la siguiente vez que te sientes a comer:
Cómo comer conscientemente
Tómate tu tiempo
Siempre que te sea posible tómate tu tiempo para comer y si hay días en los que solo tienes media hora, no importa, no comas por comer pero sí siéntate tranquila a comer conscientemente, mastica, saborea y agradece lo que comes, aunque solo sea una fruta o un pequeño bocadillo.
Come alimentos frescos
Aliméntate de todos los alimentos crudos y frescos que puedas, que esa sea la primera opción. Siempre puedes llevarte una pieza de fruta al trabajo, al gimnasio o cuando sales de casa. Esta es una forma fácil de comer conscientemente, eligiendo alimentos muy saludables.
Introduce en tu dieta más semillas y frutos secos. Mucho mejor si están crudos y sin sal ya que mantienen intacta toda la energía vital de la naturaleza, energía que será absorbida por tu cuerpo y si tienes uno de esos días que estarás de aquí para allá, son fáciles de llevar en el bolso o la mochila.
Date un placer
No te prives de darte el placer de comer de vez en cuando eso que tanto te gusta y hace tiempo que no pruebas, sin abusar pero también sin culpa. Los pensamientos son más tóxicos que aquello que estás comiendo. Seguramente te siente peor quedarte con las ganas que darle unos cuantos mordiscos a una tableta de chocolate.
Come en compañía
Siempre que puedas come acompañada y si es de alguien a quien aprecias y te motiva, mucho mejor. Comer conscientemente también es compartir y saber escuchar.
En España no hay costumbre de sentarte junto a una persona desconocida en un restaurante, una cafetería o un bar pero en muchos países, es algo habitual. Compartir mesa mientras disfrutas de un plato de comida puede resultar muy gratificante. ¡La vida está llena de sorpresas! ¡Es posible que conozcas a personas maravillosas!
Evita los productos procesados
Elige alimentos de origen vegetal, frescos y sin procesar, te harán sentir más despejada, con más energía y tu mente estará más despierta y atenta.
Recuerda que un alimento es aquel que lo encuentras en su estado natural, tal como te lo ofrece la naturaleza y un producto siempre está procesado, cocinado o mezclado con una gran cantidad de otros productos que tu cuerpo no necesita.
Comer conscientemente es agradecer, es comer en paz y en buena compañía y sobre todo es cuidar de tu templo, de tu cuerpo porque gracias a él, puedes disfrutar de muchos otros placeres que te ofrece esta vida. Si buscas inspiración, aquí tienes muchas recetas saludables y sabrosas.
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