No hace falta haber viajado a la India, Nepal o a Birmania para que hayas escuchado, aunque sea una vez, la palabra namasté cuando una persona saluda a otra.
Es una palabra bella y muy antigua, de origen sánscrito que puede traducirse como: “El espíritu que habita en mi reconoce y honra al espíritu que habita en ti”. ¡Cuánta belleza en una sola palabra!
Este saludo se acompaña de un gesto de humildad que se hace juntando las palmas de las manos a la altura del corazón e inclinando levemente la cabeza. Se trata de un saludo de igual a igual, de corazón a corazón.
Namasté y el ser interior
El saludo namasté tiene unas raíces muy antiguas y profundas y además está lleno de sabiduría ya que se trata de un saludo que honra al todos los seres y a su aspecto más espiritual. El gesto de inclinar un poco la cabeza simboliza que la mente se rinde ante la divinidad que habita en el corazón de todos. La mente se hace a un lado y da paso al corazón.
El simbolismo de namasté
Este saludo milenario originario de algunos países de oriente es rico en simbolismos y es importante saber qué dices, para qué lo dices y qué significan los gestos que haces porque de lo contrario, si no eres consciente de lo que haces y dices, apenas tendrá valor y tu mensaje no llega a ningún lado, se desvanece en el aire.
Cuando se unen los dedos de la mano izquierda con los dedos de la mano derecha para hacer el saludo namasté, tienes que saber que los dedos de la mano izquierda representan las situaciones pasadas de tu karma y que los dedos de la mano derecha, simbolizan el conocimiento que has alcanzado en esta vida para liberar el karma.
Es una forma de armonizar tu momento presente, aplicando el conocimiento adecuado para que puedas pensar y actuar correctamente en cada situación. ¡Quién diría que un gesto tan simple como juntar las palmas de las manos pudiera encerrar tanto simbolismo y sabiduría!
En muchos países de oriente ya desde pequeños, a los niños se les enseña el saludo namasté, lo que crea un ambiente de amor y paz en la sociedad y también de respeto hacia la sabiduría que han recibido de sus ancestros.
Namasté hacia todo lo que existe
Tienes que entender el saludo namasté como una forma de vida y dejar de verlo como un simple saludo oriental. Es una manera de mostrar respeto y honrar lo sagrado: lo sagrado que hay en ti, en otras personas, en los animales, lo sagrado de este mundo, de la naturaleza y de todo lo que existe.
Más que un saludo es una conexión con todo lo que te rodea. No se trata de ninguna religión ni de ningún dogma sino de una auténtica manera de entender la vida y de vivirla. No solo los budistas usan este saludo, hay otras poblaciones con creencias y culturas diferentes que también lo usan para saludar.
Practican el saludo namasté como una forma de trascender el ego y como recordatorio de humildad, de que nadie es más que nadie, se trata de un gesto de amor, de compasión y de empatía hacia otro ser y hacia todos los aspectos de esta vida.
Namasté te hace más consciente
Querer vivir una vida según el simbolismo del saludo namasté significa ser más compasivos y respetuosos todos los días pero esto no significa que tengas que ser pasivo ni tengas que rendirte ante algunas situaciones.
Tampoco se trata de que vayas convenciendo a los demás de que tú tienes razón, se trata de que llegues a comprender a unos y a otros aunque no compartas la misma forma de ver la vida. La verdad absoluta no existe, lo que para ti es verdad puede que no lo sea para otra persona y ambos, tendréis razón.
Si haces el saludo namasté desde el corazón empezarás a ver la bondad que existe en cada ser humano. Namasté te invita a crear un gran flujo de compasión y de agradecimiento que lo único que anhela es que se extienda por todo el planeta.
Siempre saludo así y no sabía su simbolismo, lo hago porque me gusta y así lo siento. Un artículo lleno deamor, como todo lo quepublicas. Tu web está llena de amor y dulzura. Namasté Semillas
Gracias Virginia por tus palabras, es muy gratificante saber que lo que hago es válido, aunque sea a una persona, me doy por satisfecha. Un gran abrazo y namasté.