Para meditar no hay que ser un gran yogui, ni un eremita, ni ser creyente ni oriental. Hay que tener ganas de conocerte más, necesidad de calmar tu mente, llenarte de bienestar y disfrutar del momento. Si la excusa es: “No se cómo meditar”, sigue estas 4 pautas muy sencillas y en pocos días, empezarás a notar más bienestar general.
Cómo meditar de forma sencilla y efectiva es la pregunta del millón. Existen diferentes técnicas según las tradiciones orientales y aunque parecen muy diferentes las unas de las otras, todas tienen el mismo objetivo: conectar con tu interior, calmar el parloteo mental, ampliar la consciencia y acercarte cada vez más a la verdad.
Puedes meditar sentado en el suelo, con las piernas cruzadas en la posición conocida como loto, sentado sobre un cojín o si te resulta incómodo puedes sentarte en una silla teniendo en cuenta no apoyarte en el respaldo y manteniendo tu espalda recta.
Las manos pueden descansar sobre tu regazo, colocando la derecha sobre la izquierda o puedes apoyarlas sobre tus rodillas con las palmas hacia arriba, como te sea más cómodo.
Meditar no tiene que intimidarte, tiene que ser agradable y placentero, de hecho los resultados son esos una vez que comienzas a practicar de forma habitual. No busques resultados espectaculares al principio y es aconsejable que empieces poco a poco. Con unos 10 minutos al día es suficiente para iniciarte en esta práctica. Dirás que 10 minutos es poco tiempo pero, ¡Prueba a que tu mente no piense en nada durante 10 minutos! ¡Ya verás!
Cómo meditar en cuatro pasos
Con estos 4 pasos ya no tendrás dudas sobre cómo meditar para que los resultados sean efectivos y duraderos. Busca un lugar tranquilo, un horario en el que sabes que puedes dedicar unos minutos para ti sin interrupciones. Ponte ropa cómoda, si es holgada mucho mejor. ¡Empezamos!
Hazlo sencillo
Elige una de las posiciones que se mencionan anteriormente y que sea la más cómoda para ti. Haz tres respiraciones profundas. Lleva la atención a tu respiración. Solo eso. De una forma tranquila y amable céntrate en cómo inhalas, retienes el aire y luego lo expulsas por la nariz. Una y otra vez. Todas las veces que sean necesarias. Con calma. Hazlo con toda la suavidad que seas capaz. La meditación es un acto sencillo y amoroso si sabes cómo meditar.
Los pensamientos van y vienen
Probablemente durante la primera semana tu mente siga fabricando pensamientos de todo tipo mientras tu ejercitas la meditación. No te enfades. Cada vez que aparezca un pensamiento, del tipo que sea, deja que se vaya y vuelves a centrarte en tu respiración. La tentación será que vayas detrás de ese pensamiento y ese te lleve a otro y a otro, con que digas de forma consciente: ¡Ahora no! y sigas respirando con calma, es suficiente. Verás que con un poco más de práctica, tu mente empezará a estar en calma.
Haz de tu aprendizaje tu camino
Pregúntate para qué meditas. Cuál es la finalidad de tu meditación. Qué te motiva a meditar y por qué te interesa saber cómo meditar.
Si no lo tienes claro, muchas veces las respuestas aparecen mientras estás meditando.
Conviértelo en un buen hábito
Los beneficios de la meditación son muchos y muy variados. Se ha demostrado científicamente que es capaz de modificar las ondas cerebrales, consigue regular las hormonas, activa los neurotransmisores, mientras meditas se desconecta la zona del cerebro del inconsciente y las zonas del cerebro relacionadas con el bienestar y la felicidad aumentan su densidad, también potencia la producción de endorfinas, conocida como la hormona de la felicidad .
Una práctica que siempre te aportará cosas buenas y es accesible para todos. Para todos los que sean constantes y la practiquen habitualmente porque para llegar lejos, siempre hay que comenzar dando un primer paso.
Hazlo práctico
Si tu meditación solo se limita a estar sentado durante unos minutos, en realidad no estarás haciendo gran cosa. Sentarte cada día sobre un cojín no te hará mejor persona ni ampliará tu consciencia. Esto es algo que a veces genera confusión porque meditar, es más que un hábito, es un estilo de vida.
Pon tu consciencia en todos los ámbitos de tu vida. ¿Cómo meditar en el día a día? De una forma sencilla. Cuando comes, comes. Cuando estás con alguien, estás con esa persona. Cuando te duchas, te duchas.
¿Qué significa esto? Que cuando hagas algo, lo hagas con todos tus sentidos, que no te disperses, que no estés comiendo y mirando tu móvil, que no estés con alguien y estés pensando en lo que vas a hacer mañana. Haz una cosa a la vez y hazla con todo tu ser.
Otra práctica
Prueba a llevar un pequeño diario de tus meditaciones al principio. Te ayudará a ver los progresos que haces o para descubrir qué está pasando contigo en esos momentos.
Cómo meditar usando esta técnica es sencillo. Durante 10 minutos céntrato todo lo que puedas a lo que está ocurriendo en tu interior. Puedes usar una alarma para no estar pendiente del tiempo y centrarte en tu meditación.
- Al terminar escribe como ha sido tu experiencia.
- Cómo ha sido tu actividad mental. ¿Agitada o tranquila?
- Recuerda cómo ha sido tu respiración. ¿Larga, corta, entrecortada?
- Cómo ha respondido tu cuerpo ¿Te ha dolido alguna parte, estabas incómodo?
- ¿Se te ha hecho larga la meditación o breve?
Si no sabías cómo meditar ahora ya sabes cómo hacerlo. Es sencillo, te aporta muchos beneficios, es un momento donde estás tú con tu interior y no te imaginas cuánto puedes conseguir tan solo empezando con 10 minutos al día. ¡Te deseo buena práctica!
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