De pequeña me encantaba estar en la naturaleza, entre árboles, ríos y animales. Sin buscarlo, sabía cómo conectar con la naturaleza de forma totalmente instintiva y natural.
A medida que fui creciendo no es que perdiera mi pasión por estar el mayor tiempo posible en espacios naturales sino que me dejé llevar por las ciudades y cambié los paseos y los juegos al aire libre por un escenario bien diferente.
Recuerdo pedirle a mi padre que me llevara sobre sus hombros y así poder recoger las hojas de los diferentes árboles que nos íbamos encontrando para hacer un gran ramo y llevarlo a casa. Era mi forma de sentir que la naturaleza estaba más cerca de mí.
Con un trozo de alambre o de hilo fabricaba coronas para mi pelo, pulseras y collares. Solo tenía que sujetar unas cuántas flores silvestres y conseguía hacer lo que para mí eran las joyas más hermosas. ¡Me encantaba llevar flores en el pelo, en las manos y alrededor del cuello!
Cuando dejas de ser niño las prioridades cambian sin habértelo propuesto. Los juegos y la diversión quedan relegados por el estudio o el trabajo. ¿Por qué lo hacemos?
Comprobar que esto es lo que le ocurre a la mayoría de las personas, no me satisface como respuesta. Conectar con la naturaleza es vital para mi. La naturaleza relaja la mente, abre el corazón, alivia el cuerpo y despierta los sentidos.
Cuando algo es innato en ti siempre está latente y antes o después, terminas escuchando esa llamada alta y potente a la que habías dejado de prestarle atención. Será por eso que sin buscarlo una vez más, dejé la gran ciudad para vivir en plena naturaleza, en la montaña.
Volver a conectar con la naturaleza, volver a sentirla, a olerla y a estar a su lado es vivificante, es como poder abrirme a algo mucho más grande, me transforma, me despierta y me sana, incluso siento que me da una inyección de creatividad y que por supuesto, mejora mi calidad de vida.
Te invito a conectar con la naturaleza y para hacerlo no es necesario que te mudes a una reserva natural, ni a una cabaña en medio del bosque porque allí donde tú estés, siempre hay algo que te acercará a lo natural, solo tienes que abrir los sentidos a una forma diferente de ver el lugar en el que vives.
Cómo conectar con la naturaleza
Estas son algunas ideas simples que te ayudarán a conectar con la naturaleza:
Entrar en contacto con la tierra
Quítate los zapatos, los calcetines y camina descalzo. Hazlo sobre la hierba, en la playa e incluso en la nieve ¿Por qué no?
Pasea por un parque, abraza a un árbol, darle las gracias por ser y estar ahí. Siéntate a su lado y apoya tu espalda sobre su tronco. Cierra los ojos y siéntelo. Procura que haya flores o plantas en tu casa.
Juega con los elementos
Si tienes jardín reserva un sector para las hierbas aromáticas y puedes empezar con un pequeño huerto: lechugas, tomates, pimientos o fresas se desarrollan muy bien en macetas.
Prueba a moldear arcilla. Empieza por un cuenco y ¡quién sabe si terminas por hacer tu propia vajilla! El sonido del agua relaja y limpia las emociones, piensa en poner una fuente de agua en algún lugar de tu casa.
Dale rienda suelta a tu creatividad y diseña colgantes con caracolas, con cuarzos o con piedras de río. Puedes hacer adornos con ramas y piñas del bosque o dedicar un pequeño rincón de tu casa a honrar a los elementos y a las estaciones.
Caracolas, ramas, flores, piedras, musgo, hojas o frutos son bienvenidos para organizar un pequeño “altar” e ir renovándolo cada vez que haya un cambio de estación.
Despierta con la naturaleza
Al despertar abre las ventanas para que la luz y el aire fresco puedan acariciarte y darte los buenos días. Déjate sorprender por todo lo que la vida quiere ofrecerte un día más. Disfruta del cielo, de las nubes, del sol, del rocío, de la lluvia y del canto de los pájaros. ¡Hay tanta naturaleza a tu alrededor y no siempre te das cuenta de ello!
¡Un día más para conectar con la naturaleza allá donde estés!
Besa la tierra con tus pies
Tich Nhat Hanh suele decir: “Camina como si estuvieras besando la tierra con tus pies”. Siente tu conexión con la tierra a cada paso que das, siente cómo estáis interactuando. Da paseos al aire libre tanto como te sea posible.
Conectar con la naturaleza es conectar contigo. Estamos hechos de los mismos elementos y vamos creciendo y renovándonos en cada estación. Semillas Solares.
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