Cómo tener más energía, equilibrar las emociones y armonizar los centros energéticos del cuerpo es lo que propone Hugo Ardiles con ejemplos prácticos. Un licenciado en medicina que le interesa mucho más los seres humanos y el crecimiento personal que el cuerpo físico.
– ¿A qué ha dedicado sus 75 años de vida?
– A una verdad que descubrí hace medio siglo y que cambió el rumbo de mi vida.
– ¿Hasta qué punto?
– Yo era músico, un violinista de 22 años a punto de formar parte de la Filarmónica de Viena. En espera de mi incorporación, me fui a seguir perfeccionándome a Buenos Aires.
– Pensaba que era usted médico.
– Verá, lejos de mi tranquila ciudad natal caí en una depresión, todo me iba grande y era incapaz de sacarle una nota al violín. Un amigo me llevó a una terapeuta intuitiva que formó la escuela en la que yo he continuado.
– ¿Cuál era su terapia?
– Descubrí anonadado cómo a través del movimiento se producía toda una limpieza mental y emocional. Me impactó tanto mi propia transformación, que quise comprender lo que había sucedido y decidí estudiar Medicina.
– Sorprendente.
– Me especialicé en psiquiatría gestáltica para poder tratar los aspectos emocionales. Luego ahondé en la homeopatía porque trata la energía y estudié fisioterapia para comprender las articulaciones y los huesos. Pasé largas temporadas en India y en Tíbet estudiando meditación y yoga.
– No debió de volver a tener tiempo de deprimirse.
– No, nunca más, mientras trataba a la gente, pude darle estructura a aquella verdad intuitiva.
– ¿Qué verdad?
– La de que tenemos varios cuerpos.
– ¿?
– Tenemos el cuerpo físico y el energético. El cuerpo energético está formado por siete centros de energía principales distribuidos a lo largo de la columna vertebral. Cada centro comprende un grupo de órganos, una glándula endocrina y un sector muscular.
– ¿La distribución de energía depende de estos centros?
– Sí, cuyos modos de funcionar harán que predominen determinadas funciones fisiológicas y cualidades psíquicas. El primer centro, el de la base de la columna, recibe la energía de la tierra. Le sigue el centro lumbo-sacro y el centro plexo solar y, a partir del cardiaco, empiezan los superiores.
– Explíqueme qué energías mueven esos centros.
– El centro laríngeo tiene que ver con el aprendizaje y el intelecto, y el centro frontal con la creatividad y la intuición. El coronario está relacionado con lo espiritual, a través de él recibimos la energía del universo.
– ¿Qué significa que me duela el estómago?
– Que tiene un problema emocional, porque el centro medio a la altura del estómago, gestiona todo lo que el mundo y la gente nos hace sentir.
– Barry Marshal dedicó diez años a demostrar que la úlcera es una bacteria.
– Mi estómago está emocionalmente preparado para que la bacteria progrese y cause primero gastritis y luego úlcera. Pero no es matando la bacteria como desaparecerá la úlcera, sino restableciendo un estado emocional adecuado.
– ¿Y qué tiene que ver todo esto con el movimiento?
– El movimiento es lo que hace que circule la energía de estos centros, que tengas más energía. A cada centro le corresponde un tipo de movimiento y de música. Si voy a trabajar el centro bajo, que es el que se relaciona con la tierra, es muy probable que use música que tenga mucho ritmo y al golpear con los pies en la tierra, voy a generar en mí la fuerza telúrica que me permita trabajar mi cuerpo orgánico.
– ¿Cómo depura lo emocional, cómo trató su depresión?
– Es fundamental armonizar toda la energía para tener más energía cada día. Pero en concreto al centro medio, el que está directamente relacionado con las emociones, le corresponde una música melodiosa y unos movimientos que nos llevan a la intensidad del sentir.
– ¿Qué centro solemos tener más bloqueado?
– En nuestra época el cardíaco y el frontal. Pero por ejemplo, en la edad media era el laríngeo, la puerta de entrada al intelecto.
– ¿Qué le pasa a nuestro centro cardíaco?
– Es el centro más acorazado, hay que aflojarlo para que suelte. Le corresponde la música clásica por la exaltación que produce, una cantata de Bach o una misa de Vivaldi, música que comunique con el interior.
– Denos un consejo para abrir el corazón.
– Aprenda a respirar. Simbólicamente, respirar significa hacer entrar lo de fuera y hacer salir lo de dentro. Primero hay que hacer movimientos con el torso, ablandar, soltar. Después aprender a respirar y más adelante saber respirar según la circunstancia.
– Vaya.
– Respirar con el abdomen tranquiliza la parte emocional, respirar con los pulmones nos concentra, nos ayuda a poner el corazón en lo que hacemos.
– ¿Y qué le ocurre a nuestro centro frontal?
– Es el del pensamiento, la mente, la creatividad y para abrirlo la mejor herramienta es la meditación.
– ¿Y para tener todos los centros funcionando correctamente, con más energía?
– Si los tuviéramos todos funcionando perfectamente nos iluminaríamos.
– Bueno, más o menos…
– Hagas lo que hagas, hazlo lo mejor posible. Haz de tu trabajo una creación, reinvéntate. Aprende a amar con ese amor que no caduca y entrégate a la vida con una sonrisa.
quiero recibir información para ir a meditar y hacer yoga al Tíbet o a la India donde sea mejor. Estoy eternamente cansada y sin energía. Tengo 27 años. Ayuda. Gracias.
Hola Barbara, Puedes buscar información en los centros de yoga que estén cerca del lugar donde vives y que ellos te orienten. Del mismo modo puedes preguntar en los centros budistas para las clases de meditación o viajes al Tíbet. Hay muchos tipos de yoga y de meditación, lo mejor es que te informes y veas cuál se adapta a lo que tu necesitas. Te mando un abrazo y que pronto recuperes tu energía.