¿Qué significa mindfulness o atención plena y cómo practicarlo? Mindfulness o atención plena significa ser consciente de lo que haces, cuándo lo haces, cómo lo haces y para qué lo haces.
Aunque parezcan muchas cosas a la vez es todo lo contrario, es hacer solo una cosa y hacerla a consciencia, poniendo todos tus sentidos en lo que estás haciendo y nada más. ¡Solo eso!
Algo tan banal como lavar los platos luego de comer, cepillarte los dientes por las mañanas, caminar por la calle o fregar los suelos de tu casa, pueden darte las claves de cómo sueles comportarte al cabo del día.
Ser consciente de lo que piensas, sientes y haces te acerca a conocerte más y te da una nueva apertura, una nueva visión sobre cómo son tus días. ¡Eso es mindfulness o atención plena!
Poner cuerpo, mente y alma en todo lo que haces, desde lavar los platos hasta cuando comes, cuando viajas en autobús, cuando hablas con alguien, cuando sonríes. Es estar presente, permanecer consciente de ese momento y eso hará que cada momento, sea un momento para celebrar.
Hay una anécdota que suele contar Tich Naht Hanh, un maestro zen que simplifica el verdadero significado de la práctica de mindfulness o atención plena. Es la historia de su amigo Jim Forest:
Cómo practicar mindfulness o atención plena
En Estados Unidos tengo un amigo íntimo llamado Jim Forest. Yo siempre friego los platos después de cenar, antes de sentarme a tomar un té. Una noche me pregunto Jim si podía fregar él los platos, le dije: “Hazlo, pero si vas a fregar los platos, debes saber cómo hacerlo”.
Jim contestó: “Vamos, Thay, ¿crees que no sé cómo fregar los platos?”. Le respondí: “Hay dos formas de fregar los platos. La primera es fregar para tener los platos limpios y la segunda, es fregar los platos para fregar los platos”.
Jim estaba encantado y dijo: “Elijo la segunda forma: Fregar los platos para fregar los platos”. Desde entonces, Jim supo cómo había que fregar los platos y le transferí la “responsabilidad” durante una semana. ¿Sabía que estaba practicando mindfulness o atención plena?
Se dedicó por unos días a hacer una enorme propaganda acerca del fregar los platos para fregar los platos e incluso, publicó la frase en varios periódicos locales. Al volver a su casa lo mencionó tantas veces, que un día su mujer le dijo: “Si realmente te gusta tanto fregar los platos para fregar platos, hay un armario lleno de platos limpios en la cocina, ¿por qué no vas y los friegas?
Hace treinta años, cuando yo todavía era un novicio en la Pagoda, fregar los platos era una tarea poco agradable. Durante la estación de retiro, cuando todos los monjes volvían al monasterio, dos novicios tenían que hacer la comida y fregar los platos, a veces para más de cien monjes.
No había jabón. Sólo teníamos cenizas, cascarillas de arroz y cáscaras de coco, eso era todo. Lavar la enorme pila de tazas era una tarea ingrata, especialmente en invierno, cuando el agua estaba helada. Entonces, tenías que calentar un gran balde de agua antes de poder fregarlos. ¡Poco mindfulness o atención plena practicaba en aquella época!
Hoy en día, la mayoría tiene una cocina equipada con jabón, estropajos e incluso, agua corriente caliente que lo hacen todo más agradable. Hoy es más fácil disfrutar fregando, hoy es más fácil practicar mindfulness o atención plena.
Tardas mucho menos que antiguamente y puedes sentarte luego a disfrutar de una taza de té.
Según el Sutra de la Atención Plena (Satipattana Sutta), mientras se friegan los platos, uno debe estar solamente fregando los platos, lo cual quiere decir que mientras se hace eso, uno debe estar completamente atento al hecho de que está fregando. ¡Mindfulness o atención plena no es complicado, es simple!
A primera vista, puede parecer un poco tonto: ¿Porqué poner tanta atención en algo tan simple? Por que esa es precisamente la clave. El hecho de que estés ahí lavando los platos, es una realidad maravillosa. Estás siendo totalmente tú mismo, siguiendo tu respiración, consciente de tu presencia y presente de tus pensamientos y acciones.
Con la práctica de mindfulness o atención plena no hay forma de ser zarandeado de aquí para allá por los pensamientos. La consciencia no puede ser dispersada como la espuma en la cresta de las olas. Todo transcurre a otro ritmo, a tu ritmo interior.
Mindfulness o atención plena cada día
Si mientras lavas los platos, solamente estás pensando en la taza de té que tomarás luego o en cualquier otra cosa que pertenezca al futuro, o te apresuras a quitar los platos de encima como si fueran un virus contagioso, entonces no estás “fregando los platos para fregar los platos”.
De hecho, somos incapaces de apreciar el milagro de la vida, mientras permanezcamos delante de la pila de platos por lavar. Si no conseguimos disfrutar del acto de fregar los platos, tampoco podremos disfrutar de nuestra taza de té.
¿Quién diría que algo tan banal como fregar los platos, podría ayudarnos a ser más conscientes, más plenos y auténticos? Practica mindfulness o atención plena cada día, ábrete a los sentidos y tu mente, se abrirá a otra forma de vivir esta vida.
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