La meditación no es suficiente, no basta con poner la mente en blanco, relajarte y hacer de esto una práctica diaria. Lo realmente importante es qué haces luego de la meditación, cuál es tu actitud, cómo eliges vivir tu vida y si eres honesto contigo mismo.
Adyashanti explica lo que para él significa ser honesto con uno mismo.
Mi maestra solía contar una historia sobre la primera vez que empezó a enseñar la meditación. No se apuntó nadie a su primer taller de meditación pero ella, se sentó sola en la sala de meditación y siguió sentándose ahí todos los domingos por la mañana.
Alguien le dijo: “Vaya, habrá resultado muy frustrante, muy duro” a lo que ella contestó: “No lo fue. Cada vez que me sentaba en la sala de la meditación, podía sentir y casi ver a todas las personas que me habían formado en meditar. Los sentía a todos ellos, siempre estaban conmigo”.
El despertar es siempre espontáneo. No existe un manual sobre cómo despertar pero descubrí dos cosas: quietud y la habilidad de ser honesto conmigo mismo, de no engañarme, de no decirme que sabía algo que no sabía.
Al cabo de un tiempo, estos dos enfoques conformaron mi camino espiritual y mi enseñanza en la meditación.
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