
Al conocernos más profundamente, comenzamos a discernir entre lo que nos apetece y nos conviene, optamos por elegir aquellos nutrientes que nos sientan bien y aprendemos a alimentar cuidadosamente nuestra alma.
Cultivamos relaciones que nutren nuestra vida y nos comprometemos a alimentar a los demás de la misma manera. Aprendemos a crear y nos comprometemos en nuestro día a día. Elegimos alimentos que nos alcalinizan el cuerpo y relaciones que nos llenan de amor, presencia y verdad.
El alma florece mediante el cultivo de la soledad, el silencio y la oración, leer, escribir, escuchar música, cantar, bailar, pintar, dibujar, colorear, llevar un diario, mirar la luz de una vela, meditar, mirarse a los ojos en un espejo durante un tiempo, mirar el mar o el cielo estrellado, soñar.
Es bonito saber que alone (solo) viene de all one (todo uno), ser totalmente uno mismo.
Se puede cultivar lo sagrado a solas y en compañía de otros, hacer terapia individual o terapia de grupo, comunicar,
besar, cultivar un huerto, comer verduras y frutas, escucharse, mirarse a los ojos, abrazar, ver buenas películas, correr, patinar, montar en bici, en piragua o en kajak. Reír, cocinar, dar y recibir un masaje, tomarse una taza de té.
besar, cultivar un huerto, comer verduras y frutas, escucharse, mirarse a los ojos, abrazar, ver buenas películas, correr, patinar, montar en bici, en piragua o en kajak. Reír, cocinar, dar y recibir un masaje, tomarse una taza de té.
Los hombres que tocan un instrumento conocen el camino para conectarse con su corazón. Al alma le gusta alimentarse de lo bello, de la belleza que hay en este mundo. Experimentar la naturaleza, pasear por la playa, un parque o un bosque, ascender a una montaña, nadar en el mar, contemplar el arcoíris, los cambios de luz, cultivar flores, transformar el dolor en arte, observar el aire en movimiento, ver amanecer, contemplar una puesta de sol.
El alma brilla con todo aquello que favorece su expresión y su revelación, la creatividad y el arte en su más amplia manifestación. Escribir cartas a mano, jugar a juegos de niños, escribir los sueños. Recoger piedras con formas
extrañas, esculpir, tocar un instrumento musical, la artesanía, contemplar imágenes/fotografías con mensajes inspiradores que expresan el Alma del mundo o viajar a lugares desconocidos.
extrañas, esculpir, tocar un instrumento musical, la artesanía, contemplar imágenes/fotografías con mensajes inspiradores que expresan el Alma del mundo o viajar a lugares desconocidos.
Hombres y mujeres pueden alimentar y nutrir su alma con danzas de todo tipo, danza de los 5 ritmos y otras ceremonias de conexión con lo trascendente. También se pueden hacer reuniones en función del género para renovar y potenciar la esencia masculina o femenina.
Ellos se acercan a una experiencia a través de algunos deportes de riesgo como espeleología (entrar en las entrañas de la madre tierra), sky surf (fluir en el Cielo), surf, buceo en el mar, practicar artes marciales o la limpieza de los bosques. Ellas pueden sentirse atraídas por esas mismas actividades y también por otras como tejer, hilar lana, bordar, hacer cerámica, cestería, abalorios, hacer joyas o danza oriental.
Las fiestas y reuniones con los amigos y la familia alrededor de una mesa es otra forma de alimentar el alma y son para celebrar la Vida. Es bueno no rechazar y abrir el corazón a cada instante, dejar que la Vida nos atraviese sin poner resistencia.
Alimentar el alma es activar el amor
Ante la duda podemos preguntarnos: ¿estoy abierto o cerrado? El alma anhela la Unidad. Se puede activar la voluntad de fortalecer nuestra capacidad de amar para atrevernos a ir más allá de donde hasta ahora hemos ido. Abrirnos a la Vida y al Amor es una bella forma de alimentar el alma. Y tú, ¿Cómo alimentas tu alma?
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