
Por fortuna, también hay un gran número de personas que los aman y velan por ellos, que se entregan en cuerpo y alma a los mismos, sin regatear ningún esfuerzo y trasladándose a donde haga falta para atenderlos cuando se han perdido o herido.
La otra tarde vino a merendar a casa un buen amigo y me preguntó qué sentía por mi gato Emile. Le dije: “Le amo. No me juzga, no evalúa, no compara, es conmovedoramente inocente, nunca acarrea rencor. Me abre el corazón”.
A menudo nos miramos Emile y yo con fijeza e intensidad. Me percato de sus estados de ánimo: cuándo está alegre o triste, vital o apático, eufórico o melancólico.
Me miro en sus ojos y veo su mundo interior constelado en los mismos. Hay que mirar a los ojos de nuestros hermanos los animales, forman parte de la gran familia de seres sintientes. Muchos cazadores que matan por diversión, dejarían de hacerlo si mirasen a sus ojos.
Algunos toreros dejarían de torturar al toro si contemplasen sus ojos. Los toros lloran sin duda alguna, como los elefantes en libertad ríen, sin duda. Si el que va a abandonar a algún animal, mirase sus ojos, tal vez no lo haría.
Y si a los niños se les hiciera comprender que toda forma de vida es sagrada, no se dedicarían a quitarle las alas a los saltamontes, pisotear hormigas o jugar cruelmente con los cangrejos que llegan a la playa. Si nosotros tenemos alma, los animales también la tienen.
Son criaturas que sienten, que sienten igual que nosotros. ¡Me encuentro tan dichoso cuando cada mañana abrazo a Emile y tan desgraciado cuando escucho las atrocidades que se cometen con los animales! ¡Qué poco dice de un país que parte de sus gentes se diviertan a costa de matar, maltratar o humillar animales!
Amar a los animales
Ojalá llegue el día, como dijo Buda, en que todos los seres sintientes sean felices. Ojalá llegue el día en que nos demos cuenta de cuánto les debemos a estos maravillosos compañeros que son los animales. “Emile, déjame que te diga algo aunque no sepas leer. Te quiero. Gracias por haber venido.” Ramiro Calle.
Deja un comentario