Crema fría de aguacate. Si hablamos de sopas enseguida se nos viene la imagen de un cuenco de verduras humeantes, invierno y ropa abrigada pero, las sopas también pueden ser unos platos maravillosos de verano si los convertimos en versiones frías.
En verano necesitamos hidratarnos, refrescarnos, comer alimentos más ligeros y con mayor contenido de agua que nos ayuden a tener digestiones más ligeras sin dejar de estar bien nutridos.
Para esto, las cremas frías son una buena alternativa y casi que podríamos estar hablando más que de sopas, de un batido, smoothie o un bowl.
El nombre no es lo más importante sino los ingredientes con los que está preparada esta crema fría de aguacate. De un color suave, textura ligera y cremosa, sienta de maravillas al estómago, nutre y refresca. Para comer en el momento o si la pones en un termo, puedes llevarla al trabajo, para comerla en un parque, para hacer un pic nic en la montaña o para los días de playa que algunos, ya están disfrutando.
El aguacate contiene carbohidratos de los buenos, vitamina E, A, D y del grupo B, entre otras. Magnesio para los músculos y el sistema nervioso. Ácido Fólico, Potasio, Omega 3 y fibra entre otros nutrientes. Un fruto de lo más completo a nivel nutricional.
Así que, vamos a incorporar aguacate en las comidas siempre que podamos. Los demás ingredientes de esta crema fría de aguacate son muy acuosos, perfectos para las épocas de calor.
Crema Fría de Aguacate
- 2 aguacates
- 1/2 pepino
- 10 hojas de lechuga
- Cilantro y menta fresca
- Pimienta
- Sal
- Hierba de trigo
- Agua
- Limón
- Aceite de oliva virgen extra
Preparar esta crema de aguacate es tan fácil como preparar un batido verde. Lava muy bien la verdura y pela el aguacate. Coloca dentro del vaso de la licuadora los aguacates en trozos, el pepino (no le quites la piel), las hojas de lechuga, unas hojas de cilantro y de menta fresca, una pizca de pimienta y sal del Himalaya, el zumo de medio limón, 1 cucharadita de hierba de trigo (es opcional), 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra y 250 ml de agua fría.
Tritura hasta que quede una crema suave y homogénea. Puedes ajustar la textura con un poco más de agua de fría si prefieres una consistencia más líquida. Puedes reemplazar el agua fría por algunos cubos de hielo para que la crema de aguacate esté más refrescante.
Sírvela y espolvorea con menta picada, copos de chile y un chorrito de aceite de oliva virgen extra. También puedes picar un poco de aguacate, cortar unas rodajas de tomates cherry o picar cebollino para poner por encima.
Comerla en cuanto se ha preparado es lo mejor pero, se conserva muy bien en la nevera de un día para otro ya que, el zumo de limón, actúa como un conservante natural. Una crema fría de aguacate a medio camino entre un bowl, un batido verde o smoothie.
Lo importante no es el nombre de lo que comes sino, con qué alimentos se ha preparado y esta receta, solo tiene alimentos naturales cien por cien, como todas las recetas que preparo y puedes ver aquí.
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