Las mentes más creativas tienen algo en común: siguen cada día un ritual.
Pero no nos referimos solo a cepillarse los dientes por la mañana. Es algo diferente.
Algunos de esos rituales son muy simples, otros extraordinarios y otros son realmente raros: cosas de los genios.
El famoso compositor no podía crear sin tener un gran lavamanos cerca, dejaba caer agua sobre sus manos con una jarra una y otra vez
hasta que se encontraba totalmente abstraído y así, la inspiración fluía y comenzaba a componer. Y también mantenía el agua corriendo en su interior: consumía unas 50 tazas de té al día.
Twittear
!function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?’http’:’https’;if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+’://platform.twitter.com/widgets.js’;fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, ‘script’, ‘twitter-wjs’);
(function(d, s, id) {
var js, fjs = d.getElementsByTagName(s)[0];
if (d.getElementById(id)) return;
js = d.createElement(s); js.id = id;
js.src = “//connect.facebook.net/es_ES/sdk.js#xfbml=1&version=v2.0”;
fjs.parentNode.insertBefore(js, fjs);
}(document, ‘script’, ‘facebook-jssdk’));