En el principio de los tiempos, nuestros antepasados prestaban mucha atención a los elementos, ya que sabían que sus vidas dependían de su habilidad a la hora de comprender su funcionamiento.
Hoy en día, en cambio, muchas personas estamos tan desvinculadas de la naturaleza que nos parece innecesario apreciar y celebrar las fuerzas que forman parte de ella.
Nos hemos vuelto ciegos al poder de la tierra, el agua, el aire y el fuego, y raramente recordamos que una parte importante de nuestro bienestar depende de ellos.
Con un puñado de semillas, unos recipientes pequeños y una mezcla de arcilla, turba, arena y nutrientes que encontramos en tiendas de jardinería, podemos crear en casa un bonito altar de hierbas.
Deja que les dé un poco el sol, vaporízales algo de agua, ponlos un momento a respirar aire fresco junto a la ventana entreabierta, y siente, junto a ellos, el placer de fundirte con los elementos.
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