El mundo comienza la danza que se manifiesta después de la calma.
Todo se agita, cruje, vibra, se excita, palpita, se menea, se estremece o se sacude.
Lo que vive pone delante de la inmensidad de la naturaleza un signo de presencia positivo. Un deseo de vivir, de crecer y enamorarse surca el universo.
¡Ha llegado la primavera!
La que pone en danza no solo el entorno, sino nuestros sentidos, que mezclan sus percepciones: de pronto huele a verde, hay luces que cantan, sonidos que producen cosquillas. Los sentidos, se sobreexcitan como el vaivén inacabable del mar, el temblor de la montaña, el colorido de los parques o el traqueteo de nuestras feromonas y testosterona.
La primavera es el triunfo del mundo vegetal de lo que constituye y conforma su fuerza, potencia y energía: la madera. La necesidad de vivir y crecer es su característica primordial. Se la encuentra en los sitios más inverosímiles, brota en cualquier muro viejo, aparece en un desierto después de esconderse durante años, o germina en las semillas que han dormido ocho milenios en una tumba egipcia.
Con la llegada de la primavera, iniciamos el proceso de purificación, nos desintoxicamos del invierno. Su objetivo es la depuración y la limpieza interior para iniciar la nueva etapa con los sentidos aguzados y atentos.
Twittear
!function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?’http’:’https’;if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+’://platform.twitter.com/widgets.js’;fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, ‘script’, ‘twitter-wjs’);
(function(d, s, id) {
var js, fjs = d.getElementsByTagName(s)[0];
if (d.getElementById(id)) return;
js = d.createElement(s); js.id = id;
js.src = “//connect.facebook.net/es_ES/sdk.js#xfbml=1&version=v2.0”;
fjs.parentNode.insertBefore(js, fjs);
}(document, ‘script’, ‘facebook-jssdk’));