Hacer cambios para tener una vida más sencilla es posible. Siempre los pequeños gestos son los que han hecho florecer los grandes cambios.
Se trata de sembrar pequeñas semillas que darán nacimiento a grandes y hermosos árboles. El desafío de estos tiempos es considerarnos parte de un Todo y reconciliarnos con nosotros y con todos.
La deforestación, el consumismo, la contaminación… de seguir así, necesitaríamos de tres planetas más que desde luego no tenemos.
Para disfrutar de una vida más sencilla hay que simplificar y simplificar no significa privarse de lo que es bueno en la vida. Se trata de experimentar la vida de una mejor manera .
Los desafíos de este tiempo no es querer más, necesitar más, buscar más, es justamente lo contrario, es soltar y abandonar la necesidad de creer que siempre te falta algo. Si lo haces, compruebas que una vida más sencilla te conecta rápidamente con la alegría, el altruismo y la compasión.
Una vida más sencilla hace florecer las verdaderas cualidades de la vida. No necesitamos que siga creciendo la economía, necesitamos promover el crecimiento de la felicidad.
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