Un fragmento del libro “El regreso de los hijos de la Tierra-parte 2”.
En una de las ceremonias iniciáticas que realiza, entró en contacto con El Gran Espíritu y esta es la conversación que ha tenido con Él.
“…El sol comenzó a levantarse y las nubes le
abrìan camino para que ocupara el lugar principal del cielo. Lo veía subir
detrás del monte. Los rayos pintaban de rojos, naranjas y dorados la cúpula
celeste del nuevo dia. La ceremonia seguía con normalidad. Yo estaba maravillado
observando el espectáculo del cielo. Las nubes tomaban distintas formas,
haciendo figuras de animales y otros seres. Las veía con total
nitidez.
Alejandro encendió el tabaco del
poder y yo sentí una voz que me habló.
-¿ Tu querías saber la verdad detrás de
todo?
-¿ Quién me está
hablando?- pensé.
-Yo,
el fuego- me respondió la voz en mi interior.
Las llamas estaban en el centro del círculo y un
pensamiento llegó hasta mi.
-¿Cómo
vuelvo al dia a día? ¿Cómo hago para regresar a mi vida? No puedo saber más, me
voy a volver loco. ¿Cómo voy a hacer para cortar leña si sé que un árbol es un
ser vivo? Qué estoy diciendo, yo nunca corte leña en mi vida, ¿por qué siento
tanto miedo? ¿Cómo voy a estar en la puerta de la sabiduría y me asusta lo que
hay detrás?
Levante la mirada hacía
el fuego nuevamente y pense.
-Si,
abuelito, si llegamos hasta aquí, es para ir hasta donde haya que
ir.
-Muy bien, hay alguien que
quiere hablarte. Mirá hacia el cielo.
Mis ojos fueron directos al sol. Comenzó a hablarme en
primera persona.
-Hola, hijo mio,
estoy feliz de que hayas llegado a este momento.
Comencé a llorar sin poder controlar la emoción de lo que
estaba sintiendo en todo mi cuerpo, recibía el Amor más protector e
incondicional que había sentido en mi vida.
-Soy el Gran Espíritu y estoy felíz de que me hayas
reconocido en todos los seres, en todos tus hermanos.
-¿Sos el sol?- pensé.
-Soy todos los seres y más. El sol es mi corazón de
Padre.
-Qué corazón tan lindo
tenes.
-Tú tenés el mismo
corazón. Todos tienen el mismo corazón, todos son mis hijos y los cuido, los
protejo y los abrazo con mis rayos todos los días, todo el tiempo. Les doy todo
mi Amor de Padre para protegerlos y que siempre estén cobijados por mis
brazos.
-¿Todos los
días?
-Todos.
De la emoción que sentia, apenas podia formular mis
pensamientos.
-Gracias.
-Lo hago porque los amo con todo el corazón. No hay
nada que tengas que agradecer, son mis hijos y yo los amo.
-Gracias.
-No hay nada que tengas que reconocer para recibir mi
Amor. Tù eres mi hijo y yo velo por ti en cada momento, me reconozcas o no. Como
lo hice siempre.
Lloraba sin poder
controlar mi emoción de agradecimiento. Sentía el calor de sus rayos sobre mi
piel como tantas veces lo había sentido, pero ahora entendía el Amor que había
en ese calor. Un sentimiento de tristeza me recordó la sensación constante de
que la Humanidad estaba mal. Me recordó la cantidad de preguntas que no tenían
una respuesta para mí. Me recordó todo lo que no podía explicar. El sol retomó
la palabra.
-Si observas a la
Humanidad, verás cómo los hombres compiten conmigo. Se han salido de su lugar de
hijos y están constantemente compitiendo conmigo. Observa cómo imitan mi propia
creación en todas sus realizaciones.
Las nubes comenzaron a formar figuras. Vi a una nube que
era un gran felino que de pronto se transformó en un coche de una afamada marca
alemana. Después otra nube era una piedra y se transformó en el monitor de una
computadora. El sol continuó.
-Ustedes, mis hjios, tienen el mismo don que yo: la
creación. Pero ustedes no pueden confiar, perdieron la confianza encerrados en
su propia soledad. Yo estoy aquí todo el tiempo, cuidándolos, pero ustedes no
pueden abrir los ojos de su corazón y recibirme. Los humanos se encerraron en su
dolor y constantemente compiten conmigo en todo lo que crean. Quieren llegar a
demostrar que realmente fueron abandonados y eso no es verdad. Por eso crean
todo lo que crean, porque compiten conmigo con el afán de demostrar que están
solos, y que lograron ordenar algo que estaba fuera de lugar. Pero la creación
universal esta toda en su lugar, todos los seres danzan ocupando su sitio único
e irrepetible. La creacion de los humanos es una creación muerta, que no se
sostiene por si misma. Ésa es la gran diferencia entre lo que ustedes crean y lo que yo creo: la
confianza. Ustedes tienen el mismo don que yo, pero no saben cómo utilizarlo
porque no confian. La gran diferencia entre lo que ustedes crean y lo que creo
yo, es que para crear a un ser que tenga vida propia, hay que poner dentro de él
un pedazo de vida de uno mismo y confiar. Ése es el secreto para generar vida
que se sostenga por si misma. Entregarle un pedacito de Amor y tener la
total confianza de que, pase lo que pase, siempre se manifestará lo que pusieron
dentro de él. Sabiendo lo que pusieron y dejándolo experimentar la total
libertad del encuentro.
– Eso
se supone que lo hacemos cuando tenemos hijos.
– Algunos lo hacen. Otros desconfian tanto de sí
mismos, que intentan dominar y someter a sus propios hijos, en lugar de confiar
en lo que pusieron en esa esencia. Pero no solo se los muestro con sus hjios, se
los muestro en cada una de las criaturas del universo, pero ustedes no pueden
confiar, ni siquiera en ustedes mismos. ¿Cómo van a poder confiar en lo que
crean?
-Y qué tenemos que
hacer?
-Confiar y pedir ayuda
cuando no puedan con algo. Volver a su lugar de hijos. Yo estoy aquí. Siempre
estuve y estaré protegiéndolos.
– ¿Y por qué nos sentimos tan solos?
– Porque en la confianza y el
respeto de nunca jamás someterlos, no puedo ayudarlos si ustedes no me piden
ayuda. Nunca me metería por la fuerza, aunque me esté doliendo mucho lo que mis
propios hijos se hacen a sí mismos. Eso es confianza, estar todos los días
velando por mis hjios, con el amor incondicional y la espera infinita de que se
den cuenta que estoy aquí para ayudarlos. Que me permitan protegerlos y que
recuperen su lugar de hijos. Yo les di la libertad en la profunda confianza, de
la esencia que yo mismo puse en su interior, en la confianza de la manifestación
de cada uno.
– ¿Pero es asi de
fácil? ¿Confiar y pedir ayuda?
– Así es, hjio mío, ese es el camino de vuelta a
casa. A la felicidad, al abrazo infinito. La manera de volver a ocupar su lugar
en la danza de la vida, junto a sus hermanos, protegidos por esta Madre y por mí
mismo.
– ¿Para todos?
– Para todos. Yo amo y protejo
a todos mis hjios por igual.
–
¿A todos?
– Todos.
Un sentimiento muy fuerte salió
desde mi estómago en forma de palabras.
– Creo que lo entendí, pero tengo una pregunta:
supongamos que mis padres hicieron algo para que les pasara todo lo que les
pasó, ya eran adultos y pasaron por lo que tenían que pasar. Ahora, yo era un
niño que tenía un año y nueve meses y no hice nada para que me pasara todo lo
que me pasó. ¿Por qué me pasó todo lo que me pasó?
– Para que tu esencia se manifestara y pudieras ser
quien sos.
– ¿Pero qué pasa con
las personas que mataron y torturaron a mis padres? ¿Qué pasa con los que violaron a mi madre? ¿Por que no haces nada al respecto?
¿Existe la famosa justicia divina?
-Todo lo que ellos hacen, se lo hacen a si
mismos.
-Si, pero por qué
permitiste que le hicieran todas esas cosas a mis padres.
-Para que ellos pudieran ser quienes
eran.
-Respiré hondo y logré formular la pregunta que me tenía atorado
-¿Entonces da lo mismo hacer cosas buenas, que cosas malas? ¿Nos vas a amar igual?
-Yo amo a todos mis hijos por
igual.
Su respuesta me ímpacto y
quede completamente desconcertado. Una profunda rabia y enfado furioso salio
desde mis entrañas.
– Entonces me
amas a mí, igual que a los que mataron, torturaron y violaron a mis
padres?
-Sí.
Hizo silencio y yo comencé a llorar desesperado.
– ¡Gran Espiritu, sos un cabrón! ¿Cómo los vas a amar igual? ¡Estamos perdidos! Da lo mismo hacer una cosa
que la otra, vivimos en un universo inerte al que no le importan las emociones.
-Todo lo que
haces, te lo haces a ti mismo- dijo con firmeza y compasión.
-¿Y qué les va a pasar a las
personas que torturaron y a sus cómplices cuando se mueran?
-Primero es lo que les pasa cuando están vivos,
cuando están encarnados. Todo lo que hacen se lo hacen a si mismos. Eso quiere
decir que todo el dolor que causan se manifiesta en la realidad que viven en sus
vidas. Ellos reciben lo que dan, se pueda ver desde afuera o no. Viven en la
realidad que tienen en su corazón, en las emociones que tienen en su corazón.
Cuando ellos entreguen su cuerpo volverán ante mí, y yo les daré el mayor abrazo
infinito de amor incondicional. El mismo que les doy a todos mis hijos. La mayor
bienvenida de vuelta a casa, un abrazo luminoso, repleto del mas puro amor
incondicional. Ante tanta luz, lo primero que queda a la vista son las sombras,
entonces esos seres tendrán que sostenerse frente al mayor amor incondicional
del universo y ver sus propias sombras. Ver todo lo que le hicieron a sus
hermanos, ver que no existe la separación y ver que todo se lo hicieron a si
mismos. Ahí sentirán de la mano de mi amor infinito, todo el dolor que
causaron. Llegaran a ver sus heridas y el momento que dejaron de amar, de
confiar. Entonces ellos mismos sabrán cómo necesitan que sea su próxima vida
para sanar esas heridas. Para reparar en su corazón la desconfianza. En
ese momento, la luz terminará de disolver las sombras del dolor y mi hijo volverá
a mí. Entrará dentro de mí y será nuevamente uno con todo el universo.
Vivirá en el mas profundo amor y contemplará toda la creación formando parte de
ella. Cuando sea su momento y haya recuperado su fortaleza, si él siente que lo
necesita, pedirá encarnar otra vez, para reparar las heridas que se causó a sí
mismo, cuando no confió en su propia esencia. Eso puede suceder todo en un solo
segundo, o puede durar la eternidad.
– ¿Y cuando yo muera?
– Te pasará exactamente lo mismo. Por eso tus
decisiones importan. Lo que te haces a ti, se lo estás haciendo a todo el
universo. Lo que le haces al universo, te lo estás haciendo a ti
mismo.”
Alejandro Corchs.
Entrevista a Alejandro Corchs: http://www.youtube.com/watch?v=rDbFVZ3tF8o
Alejandro, qué valiente eres! y qué gran experiencia la tuya! curiosamente estaba yo llegando a las mismas conclusiones a las que has llegado tú en esta charla. Un abrazo hermano! gracias por compartirlo!