Habíamos escuchado estos comentarios, sabíamos que no somos importantes para “ellos” como humanos sino que, priman los beneficios que puedan conseguir de nosotros pero, decirlo así, tan abiertamente y sin que se le mueva un pelo…
Sus palabras navegan entre la verdad y la desfachatez.
¡Se puede decir más alto pero no más claro!